martes, 6 de marzo de 2018

STRACZYNSKI & COPEIL; “THOR. DIOSES ERRANTES”.



Alejarse con los remordimientos de no haber podido liberar a las víctimas de su tragedia ni ayudar a los débiles en su desgracia. Víctimas y débiles que se preguntan: ¿aquellos dioses incapaces de salvarnos del dolor en el pasado, serán capaces de salvarnos del dolor en el futuro? ¿Dónde estaban los dioses que no evitaron la destrucción? Huir de las respuestas y de uno mismo, refugiarse en medio de la desolación, esconderse detrás de un cartel oxidado que anuncia un pueblo perdido, con calles vacías y más iglesias que habitantes, donde nunca cambia nada. Lugar perfecto para fundar un hogar y renacer, construir un nuevo comienzo que dure toda la eternidad, libre de las viejas reglas, de las viejas costumbres, de las viejas limitaciones, de las viejas cadenas del destino: libre de una vida sin esperanzas. Ha conocido la derrota, el fracaso, el sufrimiento, la guerra y la pasión de un hombre que soñaba que era un dios o la de un dios que soñaba que era un hombre. ¿Qué queda de la fascinación de un dios cuando deja de existir?, un colosal palacio, sus tesoros y la soledad.

Sin embargo los dioses nunca mueren, están vivos en el corazón, el alma y la mente de los mortales; son necesarios, tienen que cumplir su misión de proteger, servir y dar esperanza a la humanidad; no pueden renunciar al significado de sus vidas, al legado de su leyenda, no pueden quedarse en el vacío malgastando su poder. Un gran dios es lo que es y no puede dejar de ser lo que es, un gran dios no está con los que eligen obedecer o con los que son demasiado cobardes para luchar, un gran dios desafía a la autoridad de los poderosos, se opone a su dominio e intereses con la fuerza de su poder.

¡Thor! ¡hijo de Odín, Dios del Trueno que domina el rayo y la tormenta!, tienes derecho a una segunda oportunidad, vuelve de la muerte, vuelve del dolor para bien o para mal debes conseguir lo imposible: devolver la identidad a tu pueblo y reconstruir el panteón de tus dioses en una tierra donde no son los dioses los que deciden si el tiempo de los hombres ha terminado, sino los hombres los que deciden si el tiempo de los dioses ha terminado.