Un sueño sólo es un sueño, sí, destructivo cuando obedece al capricho infantil de querer jugar con el misterio de las vidas ajenas, un deseo egoísta y estéril como los celos, un suave susurro de olas, un murmullo inquietante que en silencio y calma rumia sentimientos de odio, angustia, miedo y dolor profundo.
Novela psicológica, filosófica, realista, sobran los adjetivos para una obra de contrastada calidad narrativa.