El bostezo es un estiramiento físico del espíritu.
lunes, 30 de junio de 2025
jueves, 26 de junio de 2025
CENTÉSIMA NONAGÉSIMA SEXTA NOCHE
22:37
Aquí recrearse con las cosas elementales de la vida es la intención, que las cosas elementales de la vida lucren a la persona es el objetivo.
22:38
Aquí uno de los axiomas básicos es vive y deja vivir, come, bebe y duerme un poco mejor cada día.
22:39
Aquí administramos una vuelta a las cosas elementales de la vida, donde la posición social de una persona carece de verdadera importancia.
22:40
Aquí una persona es sólo una persona.
lunes, 23 de junio de 2025
CUENTO ÍNFIMO.64
Tan pura era la fiesta que nadie entendió que asistiéramos a ella vestidos de pecadores.
viernes, 20 de junio de 2025
CENTÉSIMA NONAGÉSIMA QUINTA NOCHE
21:35
En avión no he volado nunca, ni creo que lo vaya a hacer, elevarme en el aire por encima de las nubes sobrepasa mis posibilidades físicas y psicológicas; el miedo es libre, se dice, a mí me amarra los pies en la tierra y soy incapaz de despegar.
21:37
En barco he navegado dos veces; en un mismo viaje, ida y vuelta. Ambas travesías fueron, casi en su totalidad, de noche; zarpamos de un puerto por la tarde y atracamos en otro la mañana del día siguiente. Pasé la ida durmiendo, y a la vuelta, desafiando el mareo, me mantuve despierto para contemplar el amanecer en alta mar. Amanecer hermoso que el mar altruista regala.
21:41
En tren he viajado siempre que he podido y volveré hacerlo en cuanto se presente la ocasión. El encanto del tren no lo supera ningún otro medio de transporte. Hace unos cuantos veranos estuve a punto de morir congelado en un vagón a causa de la temperatura extremadamente baja a la que estaba programado el aire acondicionado, opté por refugiarme en el único lugar en el que estaba a salvo de la maldita glaciación; el servicio, de donde entraba y salía, entre fragancias y sudores, según las necesidades del resto de viajeros.
21:45
Habitualmente viajo por carretera, en automóvil particular; el autobús me produce claustrofobia y las paradas en ruta se me hacen eternas. Prefiero que me lleven a llevar, que me conduzcan a conducir; la concentración, la atención, la alerta continua me impide disfrutar del paisaje, me fatigan, me estresan; el trayecto, por corto que sea, se me hace interminable. Y no soporto los túneles, una mala experiencia marcó mi vida, cuando un túnel se aproxima, aminoro la velocidad y, entre sudores, reviso mil veces que llevo encendidos los faros; aún así deseo bajarme del coche y atravesarlo andando.
21:50
Es una falacia decir que el mejor viaje es aquel que se hace sin moverse del sillón de casa; aunque la sugerencia es muy tentadora y yo le saco el máximo partido.
miércoles, 18 de junio de 2025
lunes, 16 de junio de 2025
CENTÉSIMA NONAGÉSIMA CUARTA NOCHE
21:08
Me han repetido una y otra vez, machaconamente, como la bola central del movimiento perpetuo que golpea sin cesar, que no tengo talento, ni porvenir. Lo he escuchado tantas veces que las palabras se han ido vaciando de contenido. Impresas en mi consciencia, carentes de significado, las letras se han ido cayendo a pedazos.
21:12
¡Mentira que no valgo para nada! No valgo nada para lo que todos aquellos dicen que hay que valer. No, para eso no valgo nada. No valgo para ser cigarra, ni hormiga.
21:15
Escasas ambiciones que con el paso de los años van enflaqueciendo; y nunca fueron estas la mejor carta de presentación para triunfar en este mundo tan egoísta y miserablemente competitivo.
21:17
No me sientan bien las alas, y no quiero volar ni alto ni bajo; hay demasiados cazadores dispuestos a disparar y podrían confundirme con un faisán. No tengo ninguna ambición de convertirme en lo que no soy. Asumo el coste de mi inutilidad.
jueves, 12 de junio de 2025
lunes, 9 de junio de 2025
CENTÉSIMA NONAGÉSIMA TERCERA NOCHE
23:01
El mediocre carece de prudencia, no tiene miedo al ridículo y es inmune a su propio fracaso.
23:02
¿Qué sentido tiene que se publiquen mil libros mediocres?
¿Qué sentido tiene que se difundan mil canciones mediocres?
¿Qué sentido tiene que se estrenen mil películas mediocres?
¿Qué sentido tiene que se expongan mil cuadros mediocres?
¿Qué sentido tiene que se emitan mil programas mediocres?
23:04
La mediocridad adultera el verdadero sentido de lo que se ve, de lo que se escucha, de lo que se huele, de lo que se saborea, de lo que se toca y de lo que se siente.
23:05
Pero…, ¿Satanás no es el rey del mundo y de todas las criaturas que en él habitan? No, hoy no, para nada. Hoy es la mediocridad quien reina en el mundo y hasta Satanás está sometido a ella.
jueves, 5 de junio de 2025
lunes, 2 de junio de 2025
CHESTER HIMES; "POR AMOR A IMABELLE".
Harlem años cincuenta, encrucijada y reflejo de la sociedad negra estadounidense de la época. Barrio de mala fama que de noche la gente evita y las patrullas de policía apenas controlan. Lugar donde hay sectores oscuros, desiertos y lúgubres, aventurarse por esos parajes es arriesgarse a perder el pescuezo sin que nadie vea ni oiga nada. Carteles de "Se busca" pegados en las fachadas con fotos de negros reclamados por asesinato en Mississippi ("significa que están acusados de haber matado a un blanco porque matar a un negro no se considera asesinato en el estado de Mississippi"). Prostitutas, chulos, descuideros, chorizos, traficantes, hampones, drogadictos, toda clase de chusma pululando por sus calles, vendiendo o comprando sexo, alcohol y drogas. Depravación social, delincuencia y violencia van de la mano. Ambiente de marginalidad donde una pareja de polis afroamericanos, encargados de mantener el orden, ejercen su ley que no es otra que la ley o no-ley del gueto. Ataúd Johnson y Sepulturero Jones, altos, desgarbados, desaliñados, corpulentos; tipos de aspecto común con raídas gabardinas grises y abollados sombreros de alas dobladas que portan revólveres de fabricación especial, cañón largo y niquelado; honrados a carta cabal y duros como el acero: "hay que actuar duro para trabajar en Harlem, la gente del barrio no siente ningún respeto por los policías negros". En Harlem corría el dicho que la pistola de Ataúd podía cargarse a una piedra y la de Sepulturero enterrarla. Antihéroes con agallas, tan crueles, violentos y vengativos como los delincuentes a los que persiguen.
Un tal Jackson, joven corto de entendederas, feligrés anabaptista, educado en el viejo Sur, con firmes convicciones religiosas, de esos que se santiguan cada vez que tienen algún problema; se enamora perdidamente de Imabelle, una muchacha de piel canela, labios carnosos, ojazos pícaros y sensual meneo de cintura. Se conocieron en un baile, pasaron de las citas a vivir juntos. Jackson poco sabía de Imabelle, sólo que, como él, había salido de algún rincón del Sur y que algo escondía en su pasado que le asustaba. Pero, tío, para mantener a una mujer así a tu lado necesitas prosperar, si no pronto encontrará a otro. Ella propone y él dispone, el negocio está servido: transformar billetes de 10 dólares en otros tantos de 100, así como el que hace churros, con la misma facilidad que se volatilizan todos los ahorros invertidos. "Te camelan con que te van a dar la guita y luego arramblan con la tuya y ahuecan". Un timo más viejo que el turrón en el que la chorba va de consorte con el chorizo, hace de gancho para soplarte el dinero; el cebo es Imabelle una buscona sin escrúpulos que va a sacar todo lo que puede de quien se deja. Para salir del atolladero comete un delito, robar a su jefe y, posteriormente, para tapar el delito consuma una estupidez, gasta lo sustraído en una sala de juego. Tengo problemas, reverendo. El Señor ayuda a quien se ayuda a sí mismo, hermano Jackson, lo esencial es tener al Señor de tu lado. La cadena de despropósitos es cada vez mayor y acarrea severas consecuencias. Comienzas a pensar que el Señor te ha abandonado, y es que cuando uno agarra la racha chunga lleva camino de hundirse en la miseria. Ya no tiene sentido rezar.
Publicada en 1957, Por amor a Imabelle es la primera novela del conocido como Ciclo de Harlem, cuyos protagonistas son los detectives de la policía Sepulturero Jones y Ataúd Johnson; interesados en resolver los crímenes sin detenerse en disquisiciones morales, personajes que en las siguientes entregas irán acaparando presencia y tomando cuerpo. Escrita, al igual que el resto de la serie, en el argot callejero de Harlem (traducida a su equivalente en español), retrata los bajos fondos, las condiciones sociales y ambientales de un distrito urbano donde se entremezclan tragedia, violencia y humor negro. Abigarradas historias de ritmo intenso, dinámico y plausible.