martes, 27 de diciembre de 2011

martes, 20 de diciembre de 2011

domingo, 11 de diciembre de 2011

ROBERT SERVICE; “LENIN. UNA BIOGRAFÍA”.

Para dejar en evidencia a las mentes que piensan que la voluntad de un solo hombre no puede trazar el curso de la historia, vino al mundo a orillas del Volga en la ciudad de Simbirsk (luego rebautizada Uliánovsk en honor al apellido de su ilustre vecino), Vladimir Ilich Uliánov (1870-1924) más conocido por el archifamoso seudónimo de Lenin, nombre sin significado aparente derivado del río siberiano Lena región donde vivió, mejor que mal, desterrado durante tres años. Su padre Ilia Nikolaevich Uliánov, alto funcionario civil, inspector provincial de escuelas públicas; su madre María Alexandrovna Blank comparte con su marido el interés y la pasión pedagógica. Familia de clase media con servicio de cocinera y niñera, rusos cultivados, típicos europeos burgueses y un poco snobs de finales del siglo XIX, miembros cultos y privilegiados de una nación imperial, que albergan deseos de construir una sociedad moderna, occidental e ilustrada en una Rusia que culturalmente apenas ha sido tocada por el renacimiento y la ilustración, la calidad de la educación es deplorable, el cohecho y la prevaricación imponen las normas jurídicas, el despotismo, la explotación y la pobreza se muestran aterradoras. Para los Uliánov el trabajo es un deber y el deber un placer, sobre este axioma inculcan a sus hijos el valor del compromiso en pro de una gran causa; para Lenin esa gran causa será la revolución.
 
Alumno excelente, V.I. Lenin termina el bachillerato con las máximas calificaciones; aplicado, discreto, solitario, poco sociable rozando lo huraño, de salud quebradiza (padece dolencias crónicas estomacales, terribles jaquecas, insomnio, erisipela y taquicardias leves y graves; malestares que se agudizan en estado de tensión), obseso del orden y la limpieza (todos los días antes de ponerse a escribir coge una bayeta y limpia concienzudamente el polvo del escritorio), se entrega con placer a los libros, no soporta perder el tiempo hasta el extremo de mostrarse áspero si cree que le están interrumpiendo indebidamente en sus estudios; estudios de derecho que concluye entre expulsiones y readmisiones de la universidad; lecturas apasionadas de Karl Marx (la primera traducción de “El Capital” a una lengua extranjera la hizo en 1872 Nikolái Danielson, un populista ruso), Friedrich Engels y los cuentos de Gleb Uspienski que contribuyen a su desarrollo intelectual; proclamación de fe en la palabra escrita, en la palabra impresa. Toma de Marx una filosofía de la historia que manifiesta: “las ideas convencionales de la sociedad las estructuran siempre las clases dominantes de acuerdo con sus intereses”. Amplía sus conocimientos de los textos marxistas clásicos y elabora su pensamiento: a un lado está el pueblo “la mayoría explotada” y al otro la minoría parasitaria “los explotadores”, industriales, banqueros, terratenientes, la burguesía mercantil y financiera culpables de todos los males; el capitalismo perjudica a la generalidad de la gente y reprime sin piedad a otros muchos. Entre las víctimas del zarismo-capitalismo se encuentra su hermano mayor, condenado a muerte por planear el crimen más execrable contemplado en el código penal ruso: matar al emperador; la prueba de que es una simple declaración de objetivos, papel mojado de una conspiración de cafetín, no indulta al reo de cumplir la sentencia. La inmisericorde ejecución de Alexandr graba en el corazón de V.I. Lenin un resentimiento eterno contra la dinastía de los Románov; odia a la familia Románov, a la aristocracia, al clero, a la policía y al alto mando militar zaristas; la estructura económica del régimen le parece ofensiva, la jerarquía social le repugna; detesta a la vieja Rusia, quiere (influencias familiares mediante) una Rusia europea, una Rusia occidentalizada, una Rusia moderna, una nueva Rusia. Se acabaron las buenas intenciones ineficaces, hablando no se cambia el mundo, hay que actuar. Se consagra en cuerpo y alma a la política, a la lucha política, supedita todos sus placeres a la causa: el ajedrez, el patinaje, el ciclismo, la música clásica (admira a Beethoven y Wagner), la caza, el confort material; abandona la profesión; renuncia al amor romántico, su matrimonio con Nadezhda Konstantínovna es casi un acuerdo político e igual aunque con otros matices la relación intermitente con su amante Inessa Armand (más joven, más guapa, pero peor secretaria), ambas mujeres compañeras de partido: el sentimentalismo no tiene cabida. Extrema su marxismo, llaga al convencimiento de que su propia visión del mismo (marxismo-leninismo) es la auténtica, se considera el único y verdadero exponente de la tradición marxista. Encendido polemista y apasionado en el debate, cuando siente que tiene razón defiende sus principios filosóficos con uñas y dientes sin retroceder ante la crítica. Es consciente que vive en una época convulsa, Europa necesita una transformación revolucionaria y está convencido de la importancia de las ideas para alcanzarla. La revolución primero en Rusia y luego en Europa, ése es su destino mesiánico, se siente predestinado a adoctrinar y dirigir el movimiento revolucionario antizarista; su suprema ambición: levantar y consolidar la revolución para conseguir un mundo sin opresión y sin explotación. Personalidad dominante, con gran fe y dominio de sí mismo, poseedor de una notable destreza verbal, inteligente, políglota (habla, escribe y lee con fluidez el alemán, el francés y el inglés), expone su pensamiento de forma sencilla e incisiva, aporta claridad ideológica, resolución práctica e intuición estratégica: atributos del líder.
  
Fundador y mentor de los suyos, “los duros”, “los mayoritarios”, los bolcheviques; V.I. Lenin dirige al partido y el partido dirige a las masas compuestas por heterogéneos grupos sociales unidos por su hostilidad al zarismo y a muchos aspectos del capitalismo, sobresalen los intelectuales y los obreros, principalmente estos últimos; la clase obrera será el pilar insurgente sobre el que se apoye la lucha de clases. Para el leninismo la lucha de clases está por encima del altruismo, la bondad, la tolerancia o la paciencia; los objetivos del partido son considerados la tarea soberana, se menosprecia la sensibilidad social y los valores universales como democracia, pluralidad, derechos individuales, equidad o justicia. El criterio es: si un acto concreto ayuda a la revolución, la moralidad del mismo debe dejarse de lado. El derroche de vidas, la muerte de personas inocentes, el nivel de sufrimiento humano producto de la Gran Guerra, La Revolución y la Guerra Civil rusa son juzgados como aspectos desagradables del proceso histórico. A V.I. Lenin el dolor le es indiferente con tal de alcanzar el objetivo marcado. Persigue el poder, disfruta con el poder, ansía el poder para él y su partido hasta el extremo de caer en la hipocresía, la falsedad, el engaño, la vaguedad, todo vale por el bien de la revolución. Tutela, ordena, aprueba, rige el partido sobre la base de la disciplina, el centralismo y la unidad ideológica. Obtiene el laurel del triunfo y escribe la proclama: “La causa por la que el pueblo ha luchado. La propuesta inmediata de una paz democrática, la abolición de la propiedad de las tierras de la aristocracia, el control de la producción de los trabajadores, la creación de un gobierno soviético. Se ha asegurado la victoria para esa causa… ¡Viva la revolución de los obreros, los soldados y los campesinos!”. Nace la URSS, el estado donde “los trabajadores serán la clase dirigente y tomarán las decisiones políticas y sociales”; nace una dictadura de partido único que utiliza la violencia y la fuerza contra las huelgas, las reivindicaciones y las protestas públicas de los obreros. El poder legislativo, el poder ejecutivo y el poder judicial están subordinados al partido. El partido es el órgano máximo del estado soviético y V.I. Lenin el presidente del consejo de comisarios del pueblo, léase jefe del gobierno. Este hombre menudo, al que le irrita su calvicie prematura, hipocondríaco, ratón de biblioteca, lector fanático, inteligente, pulcro, distante en el trato con sus compañeros, aparentemente frío y calculador, franco, directo, que canta canciones revolucionarias con voz de barítono, que le gustan Londres, Múnich, Ginebra y Petrogrado y despotrica de París y Moscú, que ha pasado a la historia del traje por dar nombre a la “gorra Lenin”, está instalado en la cúspide de su obra redactando decretos, afanándose por consolidar el primer estado comunista del mundo, hasta que en Agosto de 1918 sufre un atentado que mina su ya de por sí socavada salud. Los últimos años son de sufrimiento, de retiros terapéuticos, de operaciones, de diagnósticos médicos, de dolores, de apoplejías, de parálisis, de arteriosclerosis cerebral, de agonía física y moral (la vida no merece la pena sin libros) hasta exhalar el último suspiro. El 27 de Enero de 1924, dicen los termómetros que fue el día más frío de aquel año, se celebra el funeral, reunido en sesión solemne el Congreso de los Soviets se pronuncian discursos que proclaman la adhesión a las ideas y al ejemplo del dirigente fallecido, suenan las sirenas de las fábricas, paran los trenes en las vías, se amarran los barcos, acuden a Moscú gentes de todos los territorios de la URSS, la multitud presente en la Plaza Roja canta La Internacional al ver pasar el ataúd, lo transportan a hombros: Zinóviev, Kámenev, Stalin, Bujarin, Molotov, Tomski, Rudzutak y Dzerzhinski (Trotski no puede asistir por encontrarse de viaje), viejos camaradas de lucha, a ninguno de ellos consideraba el difunto su digno sucesor y de todos ellos al que menos a Stalin quien ya ha tomado posición y cobrado ventaja. Ha muerto el V.I. Lenin histórico, nace el santo revolucionario desinteresado que combatió a los enemigos de la humanidad, el mito omnisapiente, el evangelista cuyos escritos adquieren la condición de sagrada escritura, el cuerpo incorrupto (embalsamado a propuesta de Stalin con la aprobación del Politburó) mostrado en exposición permanente.
 
“Los cambios históricos tal vez se incuben en los laboratorios de las vanguardias, pero sólo serán justos cuando sean asumidos por el consenso de masas en libertad”. 
 (Manuel Vázquez Montalbán en el prólogo de esta edición).

lunes, 5 de diciembre de 2011

MICROPOEMA (36)

Deseo
arrancar de la oscuridad
del silencio absoluto
de la atroz quietud
sobrenatural
la lápida húmeda de rocío.

martes, 29 de noviembre de 2011

APOTEGMA (39)

Nos inventamos un futuro satisfactorio para poder aguantar un presente decepcionante.

domingo, 20 de noviembre de 2011

CHONG CHI-YONG; “NOSTALGIA”.

Descendiente de un comerciante en potingues de medicina tradicional china; bautizado en la fe católica símbolo y señal que determinó el modo de conducirse por la vida; casado a los doce años como por aquel entonces mandaban los cánones de las costumbres tradicionales; la voluntad benefactora le permitió asistir a la escuela secundaria, para sin solución de continuidad realizar estudios universitarios en Japón obteniendo el grado en literatura inglesa con una tesis sobre William Blake quien junto a Walt Whitman personifican sus influjos occidentales; de vuelta a la patria, ejerce de profesor en diversas universidades (entre ellas la Universidad Nacional de Seúl) y de traductor; Chong Chi-Yong es considerado uno de los padres fundadores de la moderna poesía coreana, incluido en noveno lugar en la lista de “los cien mejores escritores coreanos”; en el año 1950 (guerra de Corea mediante) es para unos detenido o para otros secuestrado por tropas de Corea del Norte y llevado a Pyongyang donde parece que murió en prisión víctima del daño colateral de una explosión.

La muerte abre las puertas de la inmortalidad con la llave que forjó la vida. Sintiendo el frío de la mesa de mármol, sollozando bajo la mirada atenta de las lámparas ojos de serpientes, reptiles extraños, dragones que escupen como humo y fuego los deseos de la naturaleza y los sentimientos humanos demasiado humanos, y mastican los huesos blancos de las preocupaciones. Se puede escapar de todo menos de la tristeza por la ausencia de los seres queridos. La nostalgia de los arroyuelos de aguas transparentes que corren desde las cimas (lugares donde habitan las aves pasajeras y pone un pie el arco iris), de las arenas rojas que pisa el buey albo, del rocío en los campos de cultivo, de la luz del cielo azul sobre las cercas de bambú, de los pollitos de algodón que picotean los granos del suelo rocoso del patio y de los hilos de plata que flotan en el viejo estanque. Recuerdo de una mañana de primavera, mañana feliz, aletean las mariposas, las dalias florecen y las golondrinas vuelan espantadas por las campanadas del reloj; la mirada se pierde embelesada oteando el cielo sin importar los colores de la tierra. Añoranza, el deseo de regresar a casa cantando las canciones que se aprendieron en la niñez, escuchar los cuentos antiguos para alentar el retorno y aliviar el cansancio de la vida; volver a oír el ronroneo del agua entre las piedras, el silbido del viento entre los pinos; volver a la tierra soñada del paisaje dormido, de los aromas aletargados que despejan las sombras del amor apasionado. Cuadro de tardes melancólicas: al otro lado de la ventana se encienden las luces del puerto, las figuras se diluyen en la niebla y la angustia persiste. Fuera del brillo del cristal los lamentos de un faro solitario, las gaviotas vuelan por encima de las olas que arrastran una y otra vez su espuma sobre la faz de las islas lejanas; la presencia constante del mar con las velas extendidas para recoger toda la fuerza de las metáforas nada irreales, nada fantasmagóricas, cercanas imágenes de contornos precisos con los pies sobre la tierra de inocente asombro.

Fresco, conciso, sutil, suscita sentimientos de complicidad y alegría suave. Tristeza fina, delicada que acompaña siempre al corazón y nos hace soñar con días despejados en los que los rayos del sol alimentan a los girasoles, calientan la espalda de los caminantes y el dolor parece trivial. En el horizonte queda la necesidad involuntaria de volver a sentir el frío del invierno y refugiarse junto al fuego del brasero a esperar la llegada de las verdades ausentes.

lunes, 14 de noviembre de 2011

lunes, 7 de noviembre de 2011

APOTEGMA (38)

Con todo detalle le contó su vida hasta el último secreto; desnudó su alma y sintió que hacía frío, mucho frío en el corazón de quien escuchaba.

domingo, 23 de octubre de 2011

LEIF GW. PERSSON; “EL DECLIVE DEL ESTADO DEL BIENESTAR”.

Antes de tomar la salida evitemos confusiones, el título puede inducirnos al error de pensar que estamos ante la publicación de un juicioso ensayo sobre las consecuencias sociales de la crisis económica en los estados democráticos de la vieja Europa; nada de nada, el genérico enunciado engloba a una trilogía de novelas de intriga suecas…¡¿Más literatura policíaca nórdica?!...¡¿Otro Stieg Larsson?!...¡¿Qué hay de malo en ello si se ejerce bien el oficio y la obra lo merece?! Además, sobra recordar, aunque son autores que comparten paisaje y paisanaje escandinavo con algunos puntos temáticos en común, cada cual calza zapatos según estilo y gusto; en la presente ocasión Persson se sitúa más cerca de la línea de los Le Carré que de los Larsson, Fossum, Marklund, o la pareja clásica Sjöwall y Wahlöö.
 
Mil novecientas tres páginas divididas en número desigual en tres volúmenes nombrados con los siguientes encabezamientos: Vol.1: “Entre la promesa del verano y el frío del invierno”. Vol.2: “Otro tiempo, otra vida”. Vol.3: “En caída libre, como en un sueño”. Ambientados en los últimos 25 años de la historia sueca del siglo XX (aproximadamente el periodo comprendido entre el año 1975 y el año 2000), y por vecindad geográfica con la historia de la Europa del Este; dos décadas y media en las que se cae el muro de Berlín, se deshace el Telón de Acero, se derrumba el Imperio Soviético, aparecen y desaparecen países, se quitan y se ponen fronteras. Un guirigay geopolítico propicio para sacar tajada; burócratas de los servicios secretos del antiguo bloque comunista se llevan por la patilla archivos confidenciales con información suspicaz e importante: colaboracionistas, simpatizantes, espías, etc; la extorsión abre su mercado (de algo hay que vivir), el KGB y la Stasi venden, la CIA compra. Suenan nombres y apellidos, altos cargos del estado sueco relacionados en su juventud con delitos de terrorismo y la sospecha sobre un Primer Ministro que… A las 23,21 de la noche de un viernes 28 de febrero de 1986 en una calle céntrica de Estocolmo es asesinado de un tiro por la espalda Olof Palme, político socialdemócrata, en ese instante Primer Ministro de Suecia. Personaje controvertido, amado u odiado sin término medio, cuyo homicidio da origen al llamado “Caso Palme”, quizás el hecho histórico más relevante acaecido en la etapa moderna del estado sueco desde la postguerra hasta la actualidad. Se buscan los motivos políticos o ideológicos, se analizan mil pistas (la pista de los kurdos, la surafricana, la iranoiraquí, la yugoslava) la de acá y acullá; recaen las sospechas sobre cabezas patrias (el ejército, la policía, los servicios secretos, la ultraderecha nacionalista); surgen, la mayoría de ellas sin fundamento parcial o total, las teorías de la conspiración que ponen su punto de mira en las esferas más respetables y sólidas de la sociedad sueca. Se abre un caso trillado, investigado una y otra vez mirando todos los ángulos imaginables, analizado al detalle; el mayor fiasco en los anales de la policía sueca. Un caso abierto, irresoluto al que referirse como mala praxis en la investigación es simplificar la incompetencia, la torpeza, la falta de medios y preparación policial, el desinterés, la corrupción y la estulticia política.
Los pecados del pasado reclaman penitencia en el presente, las traiciones venganza y las heridas abiertas supuran bajo las vendas que las ocultan. Las personas no son hologramas, dejan sus huellas, sus amores y desamores, sus aciertos y fracasos, sus vicios y virtudes; sucumben a la seducción del poder y el dinero o cumplen honradamente con su trabajo imponiéndose a la apatía de lo cotidiano, a la desconfianza de sus superiores y el descontento de sus compañeros.

Realismo social salpimentado con notas de humor corrosivo e ironía satírica sin excesos. Policíaco absorbente sostenido sobre una trama política que saca los colores a una sociedad que parecía modelo de progreso y eficacia, y a una administración ejemplo de diseño moderno, limpio y aseado necesitada de depurar sus cloacas.

martes, 18 de octubre de 2011

MICROPOEMA (34)

Hacen demasiado ruido los hombres
con impertinencia
para que salgan
esta noche
a pasear las estrellas.

lunes, 10 de octubre de 2011

lunes, 3 de octubre de 2011

ROBERT FISK; “LA GRAN GUERRA POR LA CIVILIZACION”.

Definida la palabra civilización como el “conjunto de ideas, creencias religiosas, cultura, artes y modos de vida de un pueblo”, ¿hay civilizaciones superiores e inferiores?, ¿cuáles son los principios que determinan que una civilización sea considerada superior o inferior?; admitiendo que las haya ¿es civilizado imponer una civilización sobre otra mediante el uso de la guerra? Guerra, ese es el leitmotiv: guerra justa, guerra al terror, guerra del bien contra el mal, guerra de ellos o nosotros, guerra por la libertad, guerra por la democracia; clichés que imponen una visión del mundo sesgada, maniquea y hurta un debate honesto sobre las políticas internacionales de Occidente; se establecen con la ayuda de la manipulación mediática consciente o inconsciente, la retórica competente o incompetente acomodada en el conformismo periodístico que ignora el contexto histórico, el porqué del presente y los temas claves del conflicto de Oriente Medio; a saber, enumerando: genocidio armenio, creación del estado de Israel, guerras árabes-israelíes, contienda israelí-palestina, revolución iraní, guerra Irán-Irak, campamentos de refugiados palestinos en Líbano, Siria, Jordania y Cisjordania, invasión soviética de Afganistán, guerra del Líbano, guerra civil argelina, invasión de Kuwait, guerra del Golfo, atentado de las Torres Gemelas, guerra de Afganistán, invasión de Irak, … Guerras, conflictos, invasiones, terrorismo, atentados suicidas, violencia sectaria, represión, daños colaterales de políticas hipócritas, traiciones, engaños y mentiras. Avalancha de hechos sangrientos, similares, a veces repetidos hasta la náusea durante décadas en una parte del mundo sumida en la injusticia y el sufrimiento de miles de personas inocentes, vidas destrozadas que como cualquier hijo de vecino también desean la paz, la libertad, la justicia, la democracia, el progreso e incluso liberarse de la tutela, los mezquinos intereses egoístas y los regímenes corruptos que amparan las potencias occidentales. Los grandes amigos de ayer (Saddan Hussein, Bin Laden, Gadafi, etc), según soplen los vientos de la política internacional, son los terribles enemigos del hoy. Se reescribe la historia con renglones torcidos.
 
    Treinta años pateándose el intrincado escenario geopolítico de Oriente Próximo, captar la atmósfera, tomando el pulso (como se suele decir), si se tiene el oficio, la sensibilidad, el coraje y la inteligencia suficientes dan para escribir un testimonio periodístico colosal, una crónica sobrecogedora narrada con la emoción de la vivencia del testigo ocular; memoria personal del corresponsal de guerra lúcido, del viajero atento, del observador comprometido con su tiempo que expone con nitidez su postura sin rehuir la polémica, muy al contrario la fomenta si para ello no tiene que renunciar a llamar a las cosas por su nombre; no teme nombrar a los asesinos, señalarlos y denunciarlos, da voz a las víctimas, toda la voz para las víctimas nunca en igualdad con los verdugos (se debe informar desde la perspectiva de las víctimas) y ataca a los medios de comunicación por su supuesta objetividad en el control del poder y los centros de poder. Historia al pié del cañón que aporta claves imprescindibles para entender un conflicto que ha marcado el siglo XX y puede marcar el XXI, un problema de difícil solución. Denuncia sin paños calientes la obscenidad moral que supone usar la guerra como opción política, violando leyes internacionales, pisoteando derechos humanos, considera el autor la guerra como “el fracaso total del espíritu humano”; intereses de la devastación, el odio y la tergiversación deshumanizada de un crimen cotidiano contra la humanidad. Análisis de las causas, consecuencias y responsabilidades de los estados occidentales (EE.UU a la cabeza) en esta tragedia. Ensayo crítico, valiente y esclarecedor. Obra magna, de imprescindible lectura (tirando del tópico) para todo aquel que desee conocer lo que está ocurriendo en una parte del mundo donde la locura humana amontona el horror sobre el horror, en un parte del mundo, de nuestro mundo, cuya sombra tenebrosa nos alcanza a todos.

miércoles, 28 de septiembre de 2011

martes, 20 de septiembre de 2011

APOTEGMA (36)

Vivimos en la sociedad de la sin vergüenza. Se publican libros sin vergüenza, se proyectan películas sin vergüenza, se componen canciones sin vergüenza, se crean obras de arte sin vergüenza y se vota a políticos sinvergüenzas.

lunes, 12 de septiembre de 2011

JIRO TANIGUCHI & KAN FURUYAMA; “CRÓNICAS DEL VIENTO”.

   Parece que (salvando las distintas idiosincrasias) se encuentran rasgos comunes entre lo que aportó el western al cine estadounidense y lo que representan los samuráis para el manga japonés. Ambos subgéneros populares beben de fuentes históricas para trascenderlas, manipularlas, adaptarlas, modernizarlas favoreciendo la creación de mitos y leyendas. Dejando componentes místicos, filosofías religiosas y florilegios culturales a un lado, cambiemos hakamas, kimonos, sombreros de bambú, sandalias de paja y katanas por pantalones vaqueros, camisa de algodón, sombrero tejano, botas de tacón alto y pistolas Colt 45, y tendremos duelos, venganzas, traiciones, lealtades justicieras, luchas sangrientas, bandidos, villanos, héroes solitarios, viajeros ascetas; narraciones legendarias que satisfacen la épica de un país. Y de todo ello, qué descubrimos al abrir las páginas de este manga:
  
   Un venerable anciano (pretérito jefe militar con mando en plaza) para justificar las razones que en su día le llevaron a tomar la decisión de rendir sus fuerzas, evitando así el sufrimiento y la muerte de miles de personas, nos narra los hechos acaecidos siglos atrás. En una época de guerras civiles, luchas intestinas, insurrecciones políticas y beligerancia social, es robado el pergamino de las Crónicas Secretas Yagyu en el que se guardan antiguos secretos que pueden acabar con el shogunato y cambiar el rumbo de la nación. Para recuperarlo es llamado a capítulo un famoso samurái integrante de una familia de maestros espadachines; misión difícil, peligrosa, plagada de emboscadas, en cada recodo del camino hay un enemigo esperando para vencerle sin piedad. Las pequeñas derrotas sirven de acicate para perfeccionarse, para superarse; se estudia la técnica del rival, sus golpes fuertes y débiles, su defensa, su ataque; frente a los movimientos bruscos e impetuosos el hieratismo, la contención, la maniobra firme y precisa para eliminar al oponente. El valor de un hombre solo cumpliendo con su destino. Un guerrero capaz con su katana de poner en relación el pasado con el presente. Entre la fauna de personajes no faltan ninjas, ronin, espías, soldados mercenarios, asesinos a sueldo, mesnadas de luchadores, terratenientes poderosos, clanes feudales, campesinos pobres e indignados, monjes errantes que sobreviven visitando templos y pidiendo limosna, el emperador conjurado que desea ganar partidarios para su causa bajando impuestos (suena tan actual) y hasta la aparición secundaria del que sería el maestro del haiku, el gran poeta clásico Matsuo Basho. Todo ello sobre un decorado de paisajes tranquilos, armónicos, auténticos jardines naturales que no alteran su belleza con la llegada de la tragedia; postales dibujadas con trazo limpio, luminoso y la sensibilidad característica del talento artístico de Jiro Taniguchi (autor del agrado de quien esto escribe, siendo la primera vez pero esperemos que no la única que sus trabajos se asomen por este espacio). Trazos que siguen el guión de Kan Furuyama que no desmerece la calidad de la ilustración.
 
Manga histórico (con todas las licencias permitidas) que no debe asustar al lector ignorante de la historia del Japón porque la editorial Ivréa como acostumbra en sus publicaciones (detalle a destacar y agradecer) incluye un prólogo explicativo de épocas y personajes y un epílogo “aclaraciones de la traducción” que facilitan el seguimiento de la lectura y en todo caso, para los que teman tropezar, sepan que es una obra entretenida, llena de acción y aventuras. Una buena introducción a las historias de samuráis que si una vez leído nos engancha el género, dentro de la misma editorial, con paciencia, constancia y algunas monedas sobrantes es recomendable la serie “Vagabond” de Takehiko Inoue otro mangaka de justa fama.

lunes, 5 de septiembre de 2011

APOTEGMA (35)

Hay pecados para los que no existe el consuelo del perdón ni la redención por la penitencia.

lunes, 22 de agosto de 2011

jueves, 11 de agosto de 2011

JAVIER FERNÁNDEZ PANADERO; “¿CÓMO LE EXPLICO ESTO A UN EXTRATERRESTRE?”.

 No encontraremos aquí la explicación a la compleja teoría de las supercuerdas, ni el esclarecimiento de la ley mayúscula que rige el universo, que esas son harinas de otro costal. Divulgación científica sí, pero de andar por casa, de lo cotidiano, de bata guatiné y zapatillas de felpa, para saciar la curiosidad de aquellos públicos que deseen pasar un rato de lectura, ameno, entretenido, divertido sin renunciar a ilustrarse, que a fin de cuentas, se intuye, esa es la intención de autor, ilustrar divirtiendo que diría el clásico.

El método se desarrolla aplicando un sistema de preguntas y respuestas; el extraterrestre, obviamente, pregunta sobre los asuntos terrenos que le revuelven las neuronas y el terrestre contesta con sentido común, buen humor y sencillez, la mayoría de las ocasiones echando mano de los conocimientos que le ha dado la ciencia y otras veces tirando de experiencia. Cajón de sastre en el que lo mismo se señalan las contradicciones en el comportamiento humano: ¿por qué consumimos productos que son perjudiciales para nuestra salud?, ¿por qué nos da miedo lo que no existe aún sabiendo que no existe?, ¿por qué educamos a nuestros hijos para competir, si sólo puede ganar uno, y no los educamos para cooperar?; aspecto psicológicos: ¿se nos puede reconocer por nuestra forma de jugar al parchís?, ¿por qué comemos cangrejo y no tarántula?, ¿por qué nos metemos en camisa de once varas por temas nimios que ni siquiera nos afectan?, ¿qué pasa si paramos todos nuestros pensamientos?; denuncias sociales: ¿por qué una modelo despampanante vende mejor un producto que el conocimiento sobre el mismo?, ¿cómo es posible que los países pobres deban dinero a los países ricos?, ¿por qué Windows se usa más que Linux, si Linux es gratis?; y razones prácticas y aclaraciones científicas: ¿se puede avivar el fuego al echarle agua?, ¿por qué cuando nos caemos de la bicicleta ésta sigue andando sola?; ¿por qué no podemos tocar un cable de alta tensión aunque usemos guantes aislantes?, ¿puede arder el hierro?, ¿es peligroso dormir con plantas?, ¿la temperatura de las estrellas determina el color?, ¿está en peligro la estación espacial por la llamada “chatarra espacial”?,… etc, etc, que no es lo mismo el 1, que 1,00, que 1,000, que 1,0000…
La lectura de este opúsculo divulgativo aumenta los niveles de endorfinas y serotonina produciendo una sensación placentera y de bienestar en el lector-extraterrestre, activa los receptores cerebrales que ponen en funcionamiento beneficiosos efectos para la salud, estimula la fluidez mental y todo ello sin contraindicaciones ni generar adiciones perniciosas.

martes, 9 de agosto de 2011

miércoles, 13 de julio de 2011

MICROPOEMA (31)

Entre los acantilados
cruza el abismo
frágil el puente
flagelado por la lluvia y el viento
sobrevive elástico
salvando el sueño
del vivir eterno.

martes, 5 de julio de 2011

APOTEGMA (33)

       En sigilo escribes un poema bueno o malo; al menos sirve para que en ese intervalo de creación no te importe que los demás te consideren un idiota.

domingo, 26 de junio de 2011

MÁXIMO JOSÉ TOBÍAS; “MICHAEL JORDAN. EL REY DEL JUEGO”.

 Dicen que en Wilmington (Carolina del Norte) existía una ley producto de usos y costumbres por la cual “los jóvenes blancos jugaban al beisbol y los jóvenes negros al baloncesto”, es posible que esta norma consuetudinaria fuera la causa original, la gracia para que Michael Jeffrey Jordan (Nueva York 17-02-1963), un muchachote negro sin ninguna habilidad para el trabajo manual (según su padre), vago en las tareas domésticas, aplicado lo justo en los estudios pero amante del deporte donde encontró su lugar en el mundo y un sitial en el Olimpo de los dioses atletas. Aunque los comienzos no fueron miel sobre hojuelas, a un tris estuvo de arrojar la toalla al ser cortado para formar parte de la primera plantilla del equipo de baloncesto de su instituto, la plaza fue a parar a manos de un tal Leroy Smith (seudónimo, que años más tarde, adoptaría Jordan para inscribirse en los hoteles ocultando su verdadera identidad. ¿Venganza?, ¿rencor? o ¿simples ironías de la vida?). La decepción dura lo que tardan los aficionados en llenar el pabellón escolar, acudiendo a la llamada de las voces que cuentan y no paran -yo también quiero ser testigo- de un base apodado “Magic Jordan” que anota sí o sí 40 puntos. Exuberancia física, talento natural indómito que requiere subir un nuevo escalón.

Por aquel entonces en Carolina del Norte “ningún gorrión se posa en una cancha de baloncesto sin el consentimiento de Dean Smith” todopoderoso entrenador de la Universidad de North Carolina (UNC). Así pues, este pájaro proyecto de jugador de baloncesto es reclutado por dicha institución académica. Deja de ser llamado Mike, es tratado como un adulto y el jefe de prensa le presenta como Michael Jordan. Aunque su juego sufre de limitaciones graves tanto en defensa como en ataque, en sus primeros entrenamientos deslumbra a técnicos y compañeros por su velocidad, capacidad de salto e intensidad. Ante este panorama no queda otra que ponerse al tajo; actividad que no rehúye, todo lo contrario, aprende a controlar su cuerpo, a coordinar sus movimientos, a aprovechar sus virtudes atléticas y a desarrollarse técnicamente. Fruto del esfuerzo obtiene la recompensa individual (mejor jugador universitario) y colectiva (campeón de la NCAA). Sólo es la inauguración de una vitrina plagada de trofeos. De su paso por la universidad siempre le acompañarán la pasión por el entrenamiento ya sea durante la temporada deportiva o las vacaciones de verano, la adicción al golf, la competitividad compulsiva tanto dentro como fuera de las canchas (ludopatía dicen las lenguas viperinas) lo que le ocasionará en su punto y hora problemas legales por verse envuelto en el turbio mundo de las apuestas ilegales de golf y cartas (aparece su nombre asociado a personajes con antecedentes penales por tráfico de drogas, posesión de armas y evasión fiscal), el ritual cuasi supersticioso que mantendrá a lo largo de toda su carrera profesional de llevar debajo del uniforme de juego los calzones celestes de su universidad como símbolo de identidad y el estudio incompleto de la licenciatura en geografía.
 
Desde el 19 de junio de 1984, cuando fue elegido en el puesto número 3 del draft de la NBA, la historia de Michael Jordan va coligada a la puesta en el mapa deportivo de los Chicago Bulls y su contribución al relanzamiento mediático mundial de la NBA en concreto y del baloncesto en genérico. El hombre que no fue elegido por los Portland Trail Blazers (ellos necesitaban un tío grande, manifestaron) cagada monumental que se les echará en cara por los siglos de los siglos; el hombre que genera dudas sobre su posición (le falta tiro para jugar de escolta y altura para ser alero), inseguro de sus capacidades y agradecido a la confianza de entrenadores y ejecutivos, que realiza acciones descritas como ejemplo de decisiones erróneas, referencia de la selección USA ganadora de la medalla de oro olímpica arrasando a todos sus rivales, empresa de la que volverá a ser protagonista años más tarde formando parte del famoso Dream Team. El hombre que sitúa en el inconsciente colectivo de más de una generación de aficionados al baloncesto el número 23, calza unas zapas con su propia marca (Air Jordan) y logotipo (el jumpman) que quitan el sueño a los pies de jóvenes y adolescentes, luce estampa en vallas publicitarias, posters y carpetas, protagoniza anuncios vivarachos dirigidos por Spike Lee pioneros en el futuro de la publicidad deportiva, llena las pantallas de la televisión hasta modificar la programación de las cadenas para incluir más partidos de los Bulls, abarrota las gradas del Chicago Stadium, inmortaliza la frase de Larry Bird “esta noche he visto a dios disfrazado de Michael Jordan” después de endosarles 63 puntos a los orgullosos Boston Celtics, el jugador mejor pagado de la NBA, el implacable con las debilidades y carencias de los compañeros a los que humilla en los entrenamientos y mortifica con burlas y críticas a veces hirientes, el aséptico en su compromiso político-social para no molestar a la mayoritaria comunidad blanca anglosajona… Se suceden las temporadas, caen los títulos: MVPes, All Stars, Anillos de Campeón, Mejor Esto, Mejor Lo Otro. Repentina retirada después del asesinato de su padre; especulaciones sobre los motivos (aparece la palabra mafia, carnaza para la prensa amarilla), momentos difíciles, duros, amargos que llevan al ser humano a desear apartarse de los focos del gran circo, nada mejor para ello que refugiarse en un equipo de las ligas menores de beisbol, aquella disciplina atlética para la que no estaba predestinado. Terapia cumplida, vuelta a la pista central; más maduro en el trato con la prensa y moderado en el vestuario (la vida enseña). De vuelta a las canchas con un número efímero, el 45: se suman más MVPes, All Stars, Anillos de Campeones, Mejor Esto, Mejor Lo Otro, ayuda a los dibujos animados de la Warner a derrotar a los invasores del espacio (Space Jam), se establece el record (las 72 victorias de los Bulls). Honores y hazañas: ganar un partido decisivo con gripe vírica, superar dolores físicos y lesiones, trabajo, esfuerzo, dedicación para culminar el reto, para alcanzar las conquistas que nadie le debe regalar. Honores y hazañas hasta una nueva retirada. Pero aún queda un tercer acto; cumplir el tópico (nunca terceras partes fueron buenas); le esperan los Washington Wizards de inicio en la distancia de los despachos, el traje y la corbata, después entre olor a linimento y sudor pisando el parquet de la cancha, incontenible a los embriagadores cantos de sirena del balón girando en el aire, entrando sin tocar el aro y acariciando la red de la canasta. El espejismo de reverdecer laureles. La despedida del escenario antes de colgar la máscara del héroe y descender a la platea donde habitan los seres vulgares.

 Biografía más profesional que personal, más pública que privada, más extravertida que introvertida de un mito (“persona que por su valor o importancia se hace muy famosa”), de una leyenda (“personaje al que se asigna una imagen arquetípica”) de una alegoría de la moderna historia del deporte mundial. Lectura que principalmente hará las delicias de los aficionados al baloncesto.

“Quienes escribieron que todos los hombres nacen iguales no sabían que iba a nacer Michael Jordan”. (Rick Barry, incluido entre los 50 mejores jugadores de la historia de la NBA).

domingo, 12 de junio de 2011

HAN YUNG UN; “SU SILENCIO”.

El amado es Buda como corresponde a la interpretación de un monje budista practicante. El amado es la nación para un independentista comprometido con su pueblo en la etapa más abrupta de la historia coreana, el periodo de la colonización japonesa. El amado es un concepto nacido del pensamiento filosófico, la verdad, la libertad. El amado es él o ella, el otro o la otra, un ser que antes de monje, político y filósofo es humano. El amado es todo aquello que se ama. ¿De quién es el rostro, de quién el aliento, para quién es la canción y el verso?, para aquél al que se ama más que a la propia vida. Yo soy tù, si envejeces envejezco, si enfermas enfermo, si mueres muero. Ser uno, un solo corazón, un solo sufrimiento, un solo dolor, así es desde que se cobijaron por primera vez entre los brazos, envolviendo silenciosamente la juventud con un fuego que continúa ardiendo, que no se transforma en frías cenizas con la llegada de la mañana. Amor desnudo, despojado de las vestiduras de la mentira. Sol que quema las preocupaciones, seca el resentimiento e ilumina el camino de la virtud en el pecado.

No escribe sobre el placer, ni la tristeza, ni el deseo, ni siquiera sobre el amor; escribe de los labios puros, de la voz de las pequeñas cosas, de las rosas silvestres que brotan en su jardín, de la aguja que borda el pañuelo del amado, del sueño que detiene el tiempo cuando está con él, de la primavera, de la luz, de la paz, de las lágrimas que corren por el pecho de los débiles; de la fugacidad del amor humano verdadero. Despedida inesperada, sorprendente y amarga deja el alma desgarrada pero abierta a la esperanza del reencuentro; el adiós es bello, sin su tormento no podría renacer la alegría; vivir la despedida como una muerte que lleva a la resurrección. Marcharse sin mirar atrás, origen de la espera que mide la cantidad y calidad del amor en distancia, principio para envejecer en el arrepentimiento y embriagarse con el perfume de una vida nueva en una tierra carente de vacíos, donde el tiempo no progresa y no se olvida lo que se quiere y se es leal a lo que se ama; donde simplemente esperar.
 
Poesía que nos habla de la eternidad del amor como lluvia delgada que rocía el sauce, como la nube azul que persigue el viento, como el fulgor del agua que fluye manteniendo sosegado y estable el caudal del arroyo. La batalla de flores que siempre se pierde para ganar la esperanza.

martes, 7 de junio de 2011

martes, 31 de mayo de 2011

MICROPOEMA (30)

Cuerpo desnudo
humana anatomía
altar pagano
en él
la imaginación
bendice al pecado.

domingo, 22 de mayo de 2011

BANANA YOSHIMOTO; “KITCHEN”.

 El destino nos viene marcado, la figura humana se desliza por las alternativas de la existencia con libertad aparente, consumiendo las rutas del itinerario trazado. Todos estamos solos y la muerte es inevitable. El universo emocional (sencillo, lineal, claro, no por ello menos complejo) se edifica, sin grandes contradicciones, al hilo de los acontecimientos; los estados de ánimo capitulan al drama cotidiano, exentos de malquerencia vengativa contra la vida, ni aborrecerla ni amarla, asunción estoica que no roba esperanzas pero tampoco las regala. El alma callada que no muda, discreta que no ausente, asomada al vértigo del ser y del vacío, busca consuelo en el calor de la compañía de los desamparados con el humilde propósito de salvarse los unos a los otros; y encuentra el rincón donde ahogar la pena, desprenderse de la angustia asfixiante, liberar el dolor reprimido y refugiarse de la vorágine de la tragedia; un paraíso asombroso (alegoría de la felicidad) en el que recuperar la autoestima sorteando las trampas de los juegos de la mente que intentan hacerla caer en el autoengaño, ese lugar es la cocina, el útero materno del cuerpo de una casa, allí elabora con sutil esmero deliciosos platos, allí purifica ollas, vasijas y pucheros, allí duerme tumbada en el suelo bajo el arrullo vibrante de la nevera y allí a solas con los recuerdos, sueña y justifica su razón de ser. Recogimiento sonámbulo corolario de la tormenta de sentimientos heridos, parábola de la imposibilidad de comunicación en un mundo cerrado, del que hay que emigrar si se desea ser feliz por encima de todos los hechos negativos que suceden (saber ser feliz en la infelicidad). Una vez aprendido lo que es importante, la lección es que la desesperación no tiene porque traducirse en liquidación.
  
Economía de las palabras, economía de las descripciones, simplicidad en las ideas, minimalismo narrativo, jardín zen literario; cuento lírico en el que aparentemente nada ocurre, pleno de angustia existencial y de exploración en el laberinto de las relaciones humanas. Las vivencias, los sentimientos se alzan sobre la trama. Se establece una corriente empática entre el lector y la mente y el corazón de los personajes. Historia contada con encanto naif que la imaginación transforma en manga, en un bonito manga.

  Quizás alguno de los motivos expuestos sirva para explicar porqué, en el año de su publicación (1987), esta novela primeriza se convirtió en un éxito inmediato de ventas en Japón y su autora en una superestrella, dando origen entre los jóvenes japoneses al fenómeno de la bananamanía. Si se desea pertenecer al club nada tan ameno como leerla.

martes, 17 de mayo de 2011

APOTEGMA (31)

La intuición le debe a la experiencia práctica tanto crédito como la sabiduría a la fuerza de voluntad.

lunes, 9 de mayo de 2011

lunes, 2 de mayo de 2011

CATEL Y BOCQUET; “KIKI DE MONTPARNASSE”.


Alice Prin la hija bastarda dicen que del carbonero al menos el pelo así la delata; criada por su abuela, nada de pulcros colegios ni buena educación, infancia miserable y rebelde como corresponde al mito, la escuela es la calle, el aula son los tabernuchos donde desde muy niña de la mano de su padrino, contrabandista de alcoholes, comienza a cantar, bailar y beber. Cantar, bailar y beber tres actividades distintas que se complementan en un solo cuerpo de diosa verdadero, bello y sugerente, provocador e insinuante para el ojo del artista, sedicioso contra las profesiones decentes, los trabajos despóticos y el decoro social exigido por una madre que la pone de patitas en la calle en cuanto se entera de su posado desnuda por dos francos para un escultor; ¡mi hija una rabiza, hasta aquí podíamos llegar! Hay que buscarse la vida entre delincuentes de poca monta y bohemios con tantos sueños de gloria como hambre; pero Montparnasse comienza a ser, si no lo es ya, el centro del mundo y París ese mundo de la fenecida belle époque que transita a los locos años veinte, un paraíso de leche y miel para el arte, en cuyos cafetines al albur del frío de la noche puedes encontrarte con Amedeo Modigliani y Maurice Utrillo; al primero es posible que Alice le inspire un retrato a lápiz y pose o vaya usted a saber qué para el segundo; la frontera que se establece entre ejercer de modelo y de furcia es muy permeable, ambas se refugian en las esquinas cuando la necesidad aprieta pero no ahoga, si el agua parece llegar al cuello la providencia envía el brazo salvador, en este caso el pintor Chaim Soutine que ofrece casa, calor y cannabis. Aquí comienza la pulsión vital, el proceso creador de gozar de la vida, vivir con desenfreno el triunfo de ser joven, hermosa y estar viva.
Dar el paso; es musa, enamorada y pareja del pintor polaco Maurice Mendjisky quien en un proceso de deconstrucción lingüística la apoda con el alias con el que morará en el Olimpo: Alice-Aliki-Kiki. Bautizada con nuevo nombre necesita el apellido que la dará la denominación de origen, ese honor se le gana haciendo lo que mejor sabe hacer o lo que aprendió para comer siendo niña o lo que la divierte o…: canta canciones con letras obscenas, baila el cancán levantando tanto las piernas que muestra al respetable su sexo libre de bragas y trasiega licores; pincha a las mujeres y enamora a los hombres, se convierte en la primera atracción de los night-club del barrio, en el cabaret Bobino es coronada por aclamación como “La Reina de Montparnasse”. Corren el champán, el opio, la cocaína y el dinero a tutiplén, lo que hoy se gana no llega a mañana para gastarlo, ¡sólo se vive una vez!. Clientes, amigos y amantes la lista se va ampliando con nombres de los más sonoros de la historia cultural del siglo XX; marchantes, cineastas, escultores, actores, modelos, poetas y pintores y de todos ellos nos quedamos con: Fujita Tsuguharu el pintor japonés para quien se convierte en su modelo favorita y amiga para siempre; el cuadro de Fujita que representa a Kiki “Nu á la Toile de Jovy” se convierte en el acontecimiento del salón de otoño de 1922. Man Ray, (protegido de Marcel Duchamp y respetado por dadaístas y surrealistas) pintor, cineasta y por encima de todo fotógrafo norteamericano, retratista de moda a tiro del objetivo de su cámara se ponen todas las celebridades de la época y antes que nadie Kiki, ambos comparten sentimientos, cama, estudio y proyectos durante siete años en una relación tumultuosa, pasional, libérrima y bronca que a veces incluye la violencia física; sin embargo la obra de uno no se puede explicar sin la otra: cortos de película llamados cinepoemas, fotos, pinturas, collages fotográficos como “El violín de Ingres” que se convierte en la imagen emblemática del surrealismo. Henri-Pierre Roché, coleccionista, intermediario y periodista, por el precio de una comilona para ella y sus colegas, él es el primero en comprar un dibujo de Kiki, él es quien la anima a pintar y a exponer, cosechando sus lienzos un auténtico éxito. André Laroque, un funcionario de hacienda acordeonista transmutado en acompañante de las actuaciones de Kiki por music-halls, bares y antros durante los años de decadencia hasta la muerte de la artista/actriz.
  
Esta novela gráfica cuenta la vida de una mujer que sabiéndose bella, quiso ser libre y hacer lo que le daba la gana; fue mucho más que una modelo, que una imagen, que un objeto de deseo, que unos pechos desnudos cuyas memorias, prologadas para la edición norteamericana por Hemingway, se incluyeron en el índice de libros prohibidos en Estados Unidos, incautándose de los ejemplares en la aduana.
   Para un mejor entendimiento de los personajes y la época, el libro se puede comenzar por los apéndices finales; primero leer la cronología biográfica, luego el quien es quien y después adentrarse en la historia.

lunes, 25 de abril de 2011

APOTEGMA (30)

Las palabras necias para desdoro de quien las pronuncia se difunden rasgando el velo de los oídos sordos.

viernes, 15 de abril de 2011

PIERRE SOUVESTRE Y MARCEL ALLAIN; “JUVE CONTRA FANTOMAS”.

 Con longevo éxito nacional e internacional de ventas entre lectores de todos los extractos sociales, la serie a la que pertenece esta novela (segunda en el orden de publicación) se inicia en el año 1911 por encargo del editor Artheme Fayard a la pareja de escritores y periodistas formada por Pierre Souvestre (1874-1914) y Marcel Allain (1885-1969) que combinados en asociación, repartiéndose la faena con equidad distributiva (uno redactaba los capítulos pares y el otro los impares), dieron a la imprenta y surtieron a los kioscos de 32 obras, lista a la que hay que sumar 11 títulos más que Allain produjo en solitario después de la muerte de Souvestre. De esta prolífica pluma dual nace Fantomas “El Emperador del Crimen”, villano donde los haya de la literatura popular francesa, malo malísimo que aunque las características de su idiosincrasia corresponden a las de un bellaco decimonónico, muestra rasgos que aventuran el comportamiento criminal del sicópata moderno; es un asesino frío, despiadado, sin remordimientos, capaz de matar y apropiarse de la identidad de la víctima si ello le sirve para cumplir sus malévolos propósitos; maestro del disfraz auténtico hombre de los mil rostros, de los mil vestidos, de los mil aspectos, una personalidad camaleónica que se funde y confunde entre el elenco de personajes del drama engañando a los guardianes de la ley y el orden, para permanecer siempre inquietante, siempre sospechoso sin mostrase claramente culpable: “la silueta enigmática y nunca precisa del misterioso Fantomas que turba la tranquilidad pública, aparecía, sembraba la muerte y el espanto y vuelta a desaparecer; se desvanece”; tan espectral que oficialmente los mandamases de la policía y los tribunales, en un principio, se niegan a admitir su existencia. Incapaz de ser leal a nada ni a nadie, se rodea de una banda de facinerosos reclutados en las cloacas de los bajos fondos parisinos, exreclusos, chulos de trotacalles, matones de cabaret, rateros violentos, miserables condenados a sufrir la marginación incluso en el nombre, cada uno de ellos responde por su alias (Tonelero, Barbudo, Zapador), polichinelas malencarados, actores secundarios de una trama de atracos y asesinatos al servicio de los intereses de su jefe, carne de cañón a la que si el guión lo exige se sacrifica.
Gabinetes movedizos, casas trampa, arquitectura laberíntica, callejones sin aparente salida, entradas secretas, artilugios producto de una mente retorcida que comparte habilidades entre la magia potagia y la ingeniería; obstáculos perversos que ponen a prueba el ingenio investigador de Monsieur Juve, inspector de la Sûreté Prefectura de Policía de París, el perseguidor tozudo, el reverso de la moneda, el polo opuesto, pero como todos los extremos estos también se tocan: hábil en el disfraz y el disimulo, versado (si la ocasión lo requiere) en emplear trucos de maleantes, un arte a añadir al empleo de la lógica aplicada a las informaciones que le proporcionan los espías infiltrados, los soplones, los mendigos vagabundos o las golfas desvergonzadas novias de delincuentes que denuncian a sus amantes por venganza. Todo sirve para cumplir con la obsesión y el deber de descubrir, neutralizar y arrestar al sanguinario archienemigo.

Lucha de contrarios, juego del ratón y el gato donde a veces la trama invierte los papeles y el ratón pasa a ser gato y el gato ratón: un corre que te pillo de personajes que en cada página apuestan la vida. En la mejor tradición de las novelas folletinescas, en su día cosecharon el elogio de los surrealistas (al dictamen de Bretón, claro está) y posteriormente sus historias fueron llevadas al tebeo, a la televisión y al cine. De las adaptaciones realizadas para el séptimo arte, este Asno aficionado entusiasta a las comedias de suspense de serie B se atreve a recomendar la trilogía de películas filmadas entre 1964 y 1967 por André Hunebelle con Jean Marais como Fantomas y Louis de Funés como Juve.

miércoles, 6 de abril de 2011

MICROPOEMA (28)

MADRID,
ESA CIUDAD DE MÁS DE UN MILLON DE CADAVERES

Pausa en movimiento
Lentitud en prisa
Murmullo en ruido
Telaraña de distancias
Limbo activo de identidades
vendidas al pormenor.

(SEGÚN LAS ÚLTIMAS ESTADÍSTICAS)

jueves, 31 de marzo de 2011

domingo, 27 de marzo de 2011

ABASSE NDIONE; “RAMATA”.

 Tres nombres, África, Senegal, Ramata; un continente, un país y una mujer imbricados en la fábula que relata un cuentacuentos por poco más de una botella de vino y un paquete de cigarrillos. Oído al parche: había una vez un lugar donde ningún pueblo tenía preeminencia sobre otro, donde los ancianos gobernaban en consejo con sabiduría y conocimiento velando por la independencia, la prosperidad y la paz; pero un día aquella vida legendaria cambió, primero llegaron los exploradores, luego los comerciantes acompañados de los negreros y por último los temibles conquistadores que cambiaron todas las reglas, alteraron las estructuras sociales, dividieron los reinos e instalaron en el poder a jefes déspotas, incompetentes y corruptos; en un fragmento de esa tierra sumida en la decadencia y el oscurantismo, se zarandea una mujer agraciada por la naturaleza con un físico de hermosura deslumbrante, una beldad de ébano a la par de la Afrodita griega, la Venus romana, la Astarté fenicia o la Aurora indoeuropea; una belleza devastadora y enigmática marcada desde su infancia por la costumbre, tan aberrante como socialmente admitida, de la ablación, usanza tradicional que la condena a la frigidez, condición contra la que se ha revelado durante toda su vida con traiciones, engaños y mentiras; la esposa sumisa y fiel, madre atenta, pilar de la familia, guardiana del hogar, es una señora egoísta y promiscua que en los numerosos amantes que trotan en su lecho no busca el amor, lo que la obsesiona es encontrar el placer sexual; la dama rica y respetable es fría y calculadora, un espíritu satánico que induce a cometer actos de funestas consecuencias sin sentir remordimiento, ni responsabilidad, ni culpabilidad alguna, sea la víctima de su capricho homicida un pobre diablo en el cumplimiento de su deber; a fin de cuentas cómo atreverse a poner una denuncia contra un mandamás en un país en el que no consta la igualdad ante la ley, y si es necesario se compran a los testigos, se compran los falsos testimonios, se cambian los certificados de defunción, se manipulan los informes de la autopsia, se paga para evitar las engorrosas salpicaduras; las palabras envueltas en fajos de billetes siempre encuentran oídos dispuestos a escucharlas, el dinero calla bocas, olvida memorias, barre conciencias; en un país donde la gente es pobre de solemnidad la muerte de una persona en circunstancias incoherentes puede ser un buen negocio para la familia, quien tiene hambre quiere comer, quien está cansado anhela descansar, quien tiene sueño desea dormir, quien nada tiene ambiciona tener lo suficiente para vivir con decoro. Pero ni los muros altos y recios, ni los vigilantes armados y uniformados son capaces de proteger a los habitantes de los barrios ricos de que se cumpla su trágico destino. 

miércoles, 23 de marzo de 2011

miércoles, 16 de marzo de 2011

domingo, 13 de marzo de 2011

WANG WEI & PEI DI; “POEMAS DEL RÍO WANG”.

Dos poetas nacidos bajo el manto temporal de la dinastía Tang (618-907), período memorable para las artes y las letras, considerada la edad de oro de la lírica china; época en la que la poesía supone un componente habitual tanto de la vida privada como de la gubernativa; para aprobar los exámenes imperiales que permiten ejercer cargos en la administración los aspirantes a funcionarios deben demostrar su destreza poética. Dos amigos unidos en el Tao, que se encuentran en el remoto y agreste valle de Wang (refugio de eremitas y gentes sencillas); allí establecen su lugar de reposo a la orilla de un remanso del río que bautiza al territorio; albergue oculto, solitario y silencioso: una cabaña escueta con lo justo para sobrellevar los ciclos de ayuno: un mortero donde preparar las hierbas, la tetera para cocinarlas, una hamaca y libros; sin nada más, así vivió largos retiros Wang Wei, músico, calígrafo, pintor afamado (funde la poesía y la pintura de tal modo que cuando miras las copias – no quedan originales- de sus cuadros lees poesía y cuando lees su poesía ves los cuadros), honorable ministro tocado por la riqueza que distribuía en generosos donativos entre los monasterios budistas, alma herida asiste a la muerte de sus seres queridos (su esposa, su protector, su madre), místico, maestro que ha inspirado a generaciones de poetas, frondoso árbol de raíces profundas cuya sabia nutre la sensibilidad creativa del amigo y discípulo Pei Di. Apartados del fragor del mundo, integrados ambos en la misma atmósfera espiritual, de respeto a la naturaleza, de ensimismamiento anímico, de gozo de una existencia contemplativa; silbando canciones, tocando el laúd, componiendo y recitando versos sentados a la sombra de los sauces, remando en el lago, compartiendo el sendero de la gloria sin pretensión ninguna de perdurar.
 
Se respira el aire puro, fresco; las hojas caen, la lluvia purifica el bosque de bambú, los pájaros emigran en otoño, los campesinos lavan la seda en la ribera del río; los ladridos de los perros, el eco de las voces lejanas y el sonido tenue de las campanas rompen el silencio de las desiertas montañas. Se suceden las estaciones. Los perfumes y aromas, los sonidos y los colores del paisaje obligan al paseante a detenerse, a sentir, a escuchar y a dejarse envolver por la nostalgia, por la tranquila languidez del entorno poético y de las ilustraciones presentes.

La luz de la Luna brilla iluminando el embarcadero en la noche; la vida es una ilusión.

miércoles, 9 de marzo de 2011

MICROPOEMA (26)

Los ojos hablan solos
predispuestos
a dar comprensión
(doloridos)
enterrando las traiciones
en fosas de sollozos.

jueves, 3 de marzo de 2011

APOTEGMA (27)

Honesto con uno mismo. Honesto con los amigos. Honesto con los enemigos. Honesto en la alegría y en el dolor, en la justicia y en la injusticia, en la vida y en la muerte… No hay que dejarse viciar por la dicha cínica de una sociedad deshonesta.

domingo, 27 de febrero de 2011

IRIS MURDOCH; “EL MAR, EL MAR”.

Aquella casa rural, austera, monacal, solitaria sobre los acantilados frente al mar, fin de trayecto de una existencia de glamour superficial, triunfo efímero, fama inestable, vanidad desordenada y agitados vaivenes sentimentales; último refugio donde poder recuperar los pequeños placeres cotidianos: hacer la compra, cocinar, cuidar del jardín, nadar desnudo en el mar, secarse al sol tumbado en la hierba, gozar de la monotonía y tristeza de los lujos sencillos que guardan el secreto de una vida feliz; un lugar con aires de tragedia en el cual habitar el tiempo sobrante escribiendo un diario o unas memorias recuento de familiares, amigos y amantes a las que ya no desea, balance profesional como dramaturgo, director y actor, debe y haber del mundo de las apariencias, simulacro novelado para esquivar un destino de soledad, “nadie está tan abandonado como un actor viejo”, únicamente tiene los recuerdos y de ellos surge irreal al principio, después artificioso y vulgar como el arte del teatro, el drama obsesivo: el pasado se encarna en proyecto presente; entra en escena el primer amor, el único amor, el amor que convirtió a los demás amores en indoloros espantajos, el amor que de no haber fracasado habría conseguido que la vida fuera menos desarraigada y vacía; la muchacha con la que quiso casarse y huyó de él sin justificaciones ni despedidas, la trae el destino por la magia de los encuentros, ahora vieja, perdido el atractivo, carente de distinción, pusilánime de espíritu, lerda de entendederas (no importa, no es impedimento) y casada o malcasada con un hombre desagradable, matón, bárbaro, celoso, sin ingenio ni calidad intelectual, un ogro sin ningún sentido de la alegría de vivir que la tiene prisionera dentro de su propia pesadilla; hay que rescatar a la amada niña, salvarla, liberarla para devolverla la esperanza y hacerla feliz por el resto de su vida, raptarla para entregarle el amor puro, sin angustias, atento, pausado, el amor verdadero que se muestra desnudo cuando desaparece el hechizo. La ofrece la libertad y ella la rechaza, la ofrece resurgir de la desdicha y ella interpreta que la está destruyendo, la ofrece salir de la servidumbre y ella lo único que desea es volver a su casa, a su matrimonio.

Un sueño sólo es un sueño, sí, destructivo cuando obedece al capricho infantil de querer jugar con el misterio de las vidas ajenas, un deseo egoísta y estéril como los celos, un suave susurro de olas, un murmullo inquietante que en silencio y calma rumia sentimientos de odio, angustia, miedo y dolor profundo.

Novela psicológica, filosófica, realista, sobran los adjetivos para una obra de contrastada calidad narrativa.


miércoles, 23 de febrero de 2011

jueves, 17 de febrero de 2011

domingo, 13 de febrero de 2011

PACO ROCA; “EL INVIERNO DEL DIBUJANTE”.


Se hace saber que posiblemente éste sea él o uno de los comics españoles del año; si espoleados por la curiosidad tecleamos en el omnipresente buscador de google el título y autor del mismo, ante nuestros ojos se desplegará una lista de direcciones con referencias, críticas, opiniones, reseñas, entrevistas y noticias que aparecen en blogs más o menos especializados, páginas wed y medios de comunicación de tirada nacional. En ellas se sostiene que desde la publicación de la multipremiada, entre otros el Premio Nacional de Comic 2008, “Arrugas” (obra que aprovechamos la ocasión para recomendar ponderadamente su lectura), Paco Roca se ha ido labrando una reputación de enjundia, que este nuevo trabajo corrobora y realza. Se sostiene que en el verano de 1957 cinco historietistas, cinco: Giner, Escobar, Peñarroya, Conti y Ciffré no sólo tuvieron un sueño le llevaron a cabo, se plantaron de rodillas a puerta gayola delante del miura de la entonces todopoderosa editorial Bruguera, creando la revista “Tio Vivo”. Se sostiene que en un país de colores sepias y amarillos pálidos, verdes y azules grisáceos, de más oscuros que claros, de miedos y silencios, de calefacciones rotas en invierno, de ventiladores y abanicos, de señores que no prescindían de la gabardina y el sombrero ni en verano, de oficinas con fluorescentes mortecinos y mugrientas mesas de madera, de omnipotentes lápices rojos censores, de discursos grandilocuentes en los que se subrayaba que la empresa es una gran familia donde los obreros trabajan a destajo y cobran por semanas. Se sostiene que en aquella “unidad de destino en lo universal”, mientras soviéticos y norteamericanos se daban de codazos por poner una pica en el espacio, los bares, con el limpiabotas en la puerta, eran (entonces más que hoy) oasis de ilusiones, alivio de penurias, confesionario y ágora, cátedra de vida entre vinos, vermuts y cervezas. Se sostienen estos y muchos otros apuntes formulados con mejor criterio; entonces ¿por qué añadir más palabras a las palabras?, porque sin Tribulete, Carioco, Doña Urraca, Anacleto, Rigoberto Picaporte, Cucufato Pi, Gordito Relleno, Sir Tim O´Theo, Don Pío, Zipi y Zape, Las Hermanas Gilda, Carpanta, La Familia Cebolleta, Mortadelo y Filemón, Sacarino, Rompetechos, El Capitán Trueno, El Jabato y etc, etc, en la vida de este asno a lo mejor no hubiese habido Iliadas, Odiseas, Eneidas, Hamlets, Lazarillos, Quijotes, Faustos, Bovarys, Zaratustras, Ulises, Metamorfosis, Montañas Mágicas, Cien Años de Soledad y etc, etc; porque deseo contagiar el disfrute emocional que me ha proporcionado esta crónica sentimental, porque la mejor manera de expresar nuestro agradecimiento a una buena lectura es compartiendo su difusión y porque este tebeo (que no revista de historietas infantiles y juveniles) es estupendo.