lunes, 5 de agosto de 2019

A. DAN & MAXIMILIEN LE ROY; “THOREAU. LA VIDA SUBLIME”.


Cuando te falla un proyecto pedagógico con otro modelo de educación (sin castigos físicos, por ejemplo) y la ciudad (o la moderna civilización) te abruma, nada como regresar al pueblo natal, en este caso: Concord en el estado de Massachusetts (USA). Y si además, uno siente la necesidad de conocerse mejor a sí mismo, rehabilita una cabaña a la orilla de la laguna de Walden, entorno idílico de íntimas resonancias literarias, donde la esencia de la vida debe llevar a la felicidad; refugio austero por fuera y por dentro, con las comodidades justas para poder vivir de lo que va y de lo que viene: cama, cocina, mesa y tres sillas “la primera para la soledad, la segunda para la amistad y la tercera para la sociedad”; retiro espiritual de aislamiento y encuentro bien situado, a poco más de media legua de la casa familiar que visita con frecuencia: ve a su madre y a sus tías, saluda a los vecinos, compra libros y la prensa; y de vuelta a la tranquilidad del paraíso se lleva bajo el brazo algún tentempié. Vivir en el presente, encontrar la utopía en la realidad. Contradicciones nimias, minucias sociales que no interrumpen la inspiración del inconformista.

Sentado en una canoa en medio del lago o paseando por el bosque (elogio de los beneficios para el paseante, shinrin yoku en japonés), libre de obligaciones, observa, medita, reflexiona, curiosea la fauna y la flora, disfruta del placer de una vida sencilla que transcurre al ritmo de la naturaleza. Guarda hojas secas en las páginas de un libro. Visita las comunidades indígenas, aprende sus costumbres, aprende su idioma, aprende a orientarse, aprende a pescar y a recolectar hierbas medicinales; los indios le enseñan a reconocer el canto de los pájaros. Aprende que aunque no se posea nada uno siempre es dueño de sí mismo, que cada uno es libre de emprender su propio camino y que por encima de la ley están los seres humanos. Despojado de prejuicios, de retrogradismos, de ideas preconcebidas que impiden evolucionar al individuo, critica la sociedad capitalista, difunde el abolicionismo, colabora con los movimientos antiesclavistas ayudando a los esclavos a escapar, rechaza la guerra, desafía al estado (es arrestado por negarse a pagar impuestos, considera un deber y un honor ir a la cárcel por no querer colaborar con un gobierno que considera injusto) y desobedece a todo aquello que no respeta los principios morales universales.

Naturalista, ecologista, objetor de conciencia, pacifista, antimilitarista, voz de los derechos civiles, libertario, vegetariano, escritor, filósofo, poeta, etc. Este comic biográfico es una muy buena senda de entrada a la vida de un personaje universal y moderno. Sus páginas respiran aire puro.