lunes, 27 de mayo de 2019
lunes, 20 de mayo de 2019
VIGÉSIMO SÉPTIMO AMANECER
07:00
Quiero cantar a la vida
desde mi dolor. No es nada nuevo, esto mismo lo intentaron tantos, y otros
tantos buscadores de belleza, y se diluyeron en el intento; hoy de ellos no
queda nada, como de mí, mañana no quedará nada.
07:03
Poesía: sensaciones,
sentimientos, emociones, necesidad psíquica y estética. Poesía: desahogo,
descongestión, catarsis, vibración, éxtasis, levitación. El lado oculto de una
mirada.
07:05
Sólo me veo a mí mismo en
carne viva leyendo poesía, a nadie más.
lunes, 13 de mayo de 2019
lunes, 6 de mayo de 2019
SERGUÉI ESENIN (1895-1925)

Espíritu de
extremado lirismo creativo, cuasi místico, “monje humilde” y personalidad humana
demasiado humana, “vagabundo rubio”. Atractiva dulzura angelical del poeta
precoz que nunca dejó de ser precoz. Plástica imagen del arte popular, querido
y admirado por los lectores como el pueblo ruso quiere y admira a sus poetas. Amaba
a las mujeres y las mujeres le amaban a él, rendidas, tal vez, por su encanto
personal. Pendenciero, bebedor, a veces insolente, esconde bajo la máscara un alma
insatisfecha, descontenta, desconcertada, sumida en la incertidumbre. Actitud
de mesías campesino inmerso en la bohemia del gran mundo urbano, alejado de su
tierra natal. Dentro de las vanguardias literarias, cofundador del imaginismo
ruso. Treinta años le fueron suficientes para vivir la vida en su plenitud, del
simbolismo al realismo y del realismo al pesimismo, de la esperanza en la
acción revolucionaria a la triste reacción de la posrevolución: la fama, el
triunfo, la frustración. Peregrino que desea perderse en algún lugar de su
vasta patria.
Rusia, óblast de Riazán,
en la aldea de Konstantinovo a orillas del rio Oká, el jueves 3 de octubre de
1895 nace Serguéi Aleksándrovich Esenin. Perteneciente a una familia de
campesinos pobres, su padre Alexander Nikitich Yesenin (1873-1931) tiene que emigrar
a Moscú, trabaja en una carnicería (o donde puede), cuando deja de enviar
dinero a casa, su madre Tatiana Fiodorovna Titova (1875-1955), ante la falta de
apoyo de su patriarcal familia (que se había negado al matrimonio por
diferencias de clase), se ve obligada a buscar trabajo como sirvienta interna. Trasladado
al vecino pueblo de Matovo, queda bajo la guarda y custodia de su abuelo
materno Fiodor Alexeyevich Titov (emprendedor y adinerado), viejo creyente de
alma ortodoxa, educado en la literatura religiosa, la oración y la poesía oral;
conocimientos que transmite a su nieto, ejerciendo sobre el inquieto y travieso
Esenin una honda influencia. Desde los dos años, el niño escucha los cuentos
populares que le cuenta su abuela Natalia Yevtikhiyevna, oye las canciones de
los poetas errantes y repite sus rimas, comienza a leer a los cinco años evidenciando
un temprano interés por la poesía. Arropado por el amor de sus abuelos y las
enseñanzas de sus jóvenes tíos, vive una infancia feliz y vigorosa, nadando,
cazando, montando a caballo, peleándose con los otros niños de la vecindad y
visitando monasterios de la mano de su abuela.

Acogido por su
padre, una vez en Moscú, comienza a trabajar en la misma carnicería donde había
servido como empleado su progenitor; ocupación que realiza a disgusto, no era
ese el ideal por el cual el joven Esenin había abandonado la aldea; desea
conducir su vida por otros senderos, los senderos de la poesía. En el otoño de
1912 nos encontramos a Serguéi formando parte del círculo literario y musical
inspirado en la figura del poeta campesino Iván Súrikov, comienza a establecer
vínculos de amistad con numerosos intelectuales de la época y a involucrarse
(con limitado compromiso) en los movimientos obreros revolucionarios de Moscú,
actividad que levanta sospechas en la policía secreta zarista que le mantiene
bajo vigilancia e incluso en una ocasión allana y registra su apartamento. Meses
después, desatendiendo la oposición de su padre, cambia de empleo, primero
trabaja de auxiliar en una librería y, en marzo de 1913, como corrector de
pruebas tipográficas en una imprenta editorial. Complementa su tiempo libre
asistiendo como alumno independiente a clases de arte, historia y filología, y
a conferencias sobre literatura rusa y europea, que imparten destacados
catedráticos en la Universidad Popular Shanyavsky de Moscú. En las aulas
universitarias entabla amistad con unos cuantos nombres aspirantes a poetas.
Llegado el otoño contrae matrimonio civil con su compañera de trabajo Anna
Izryádnova; de esta unión conyugal, el 21 de diciembre de 1914 nace Yuri, su
primer hijo, que en 1937 morirá en un campo de trabajo víctima de las purgas
estalinistas. En 1914, a la par que logra un aplazamiento para ingresar en las
filas del mal equipado ejército zarista que lucha con coraje y sacrificio en la
I Guerra Mundial, Esenin escribe mucho y publica donde le dejan; en el diario El amigo del pueblo (para quien compuso
unos versos que fueron secuestrado por la censura zarista antes de que vieran
la luz) y en revistas menores: debuta con el poema “Abedul” publicado en una
revista infantil. Buscando nuevos aires que impulsen su carrera literaria, se
marcha de Moscú donde deja su impronta de seductor, bebedor y camorrista.

Un año después de
divorciarse de su primera esposa, Anna Izryádnova, el 4 de agosto de 1917, en
la pequeña iglesia de Kiriko-Ulitovskaya cerca de Vologda, Serguéi Esenin
contrae matrimonio con Zinaida Nikolayevna Reich (1894-1939),
a quien había conocido en primavera en la redacción del periódico social
revolucionario Delo Naroda de San
Petersburgo (Petrogrado). Después de la boda visitan Oryol, residencia de los
padres de ella, y en septiembre regresan a San Petersburgo donde Zinaida
trabaja en el Narkom-Prod (Comisariado de Abastos). En 1918, cuando las
oficinas del Narkom-Prod se mudan a Moscú la pareja también cambia de ciudad.
Zinaida se esfuerza (e incluso con el producto de su trabajo) por mantener la
estabilidad de la relación; cuando se queda embarazada se traslada a Oryol al
calor de la ayuda de su familia, Esenin, en cambio, se queda en Moscú
continuando con su vida de literato bohemio. El poeta abraza con entusiasmo la
Revolución de Octubre que trae la liberación del mujik, apoya a los
bolcheviques aunque él no se siente bolchevique; se mezclan los sentimientos
más contradictorios. Escribe poemas revolucionarios donde expone su mesianismo
campesino y la conquista del paraíso rural socialista. En el magma de la
Revolución se mueve como pez en al agua, la poesía escrita u oral es el género
que triunfa entre los ciudadanos de cualquier condición, ya sean obreros o
burgueses. Serguéi Esenin recita sus poemas (y no sólo recita) vagando del
burdel al cabaré y del café al teatro; es aclamado por las masas
revolucionarias que lo abrazan y lo besan, y lo solicitan, llena su agenda de
invitaciones a recitales, comienza a hacer giras por todo el país: Crimea, el
Cáucaso, Turquestán Occidental, Besarabia, etc. Su fama crece a la par que su desenvoltura
en los lances amorosos, las borracheras y sus disputas pendencieras;
comportamiento casi casi que viene de fábrica, marca de la casa. El ajetreo
mundano no sepulta la actividad político cultural. A lo largo del año 1918, participa
activamente en el consejo editorial de la revista Nash Put y en los recopilatorios Skify y Krasny Zvon;
cofunda junto a Andréi Bely, Lev Plevitsly, Petr Oreshin y Sergéi
Klychkov la editorial Trudovaja Artel
Xudoznikov Slova; publica los poemarios Golubén
e Inonia; junto con Nikhail Gerasimov
(1889-1939) y Sergéi Klychkov compone el libreto de la cantata que se
interpretó con motivo de la inauguración, en la Plaza Roja de Moscú, del mural
«Caídos por la paz y la hermandad de los pueblos»; responde a la llamada del
Consejo de Comisarios del Pueblo (Sovnarkom), «¡La patria socialista está en
peligro!», alistándose en el Escuadrón Militar Revolucionario; es admitido en
el Sindicato Profesional de Escritores de Moscú; etc. Es un no parar.

Tanto en la vida
íntima como en la literaria, los primeros años de la década de los veinte
suponen la etapa más prolífica del poeta. Junto a Anatoly Marienhof y Vadin
Shershenevich (1893-1942) fundan el movimiento ruso de los imaginistas; en
enero de 1919 aparece el manifiesto del grupo redactado casi en su totalidad
por Shershenevich. El Imaginismo es una corriente estética heredera del
Futurismo cuyo principio artístico básico es la imagen potente, llamativa,
poderosa. Los imaginistas, librepensadores posrevolucionarios, establecidos en
diferentes ciudades, abren editoriales colectivas (una de ellas se llamó Imaginismo),
publican revistas donde divulgan sus trabajos y venden sus propios libros en
una librería alquilada en el centro de Moscú. Serguéi Esenin, principal
exponente del grupo, pronto abandona el movimiento declarando que: “lo
importante no es la imagen, sino el sentimiento poético del mundo”. Su poesía
definida por el recuerdo de la tierra natal, los días de la infancia perdida,
el simbolismo religioso y el mundo campesino condenado a desaparecer; amplía
los temas, se vuelve más personal, áspera y directa. En su ensayo Las llaves de María desarrolla toda una
teoría de su universo poético. El 28 de agosto de 1919 es elegido miembro del
Órgano de la Unión de Poetas de Rusia. En la primavera-verano de 1920 publica Treriádnitsa y emprende una gira de
recitales poéticos por el sur de Rusia. En octubre se produce su primer
contratiempo con el sistema político, a causa de una denuncia anónima es
arrestado junto con sus camaradas imaginistas los hermanos Aleksandr y Rubén
Kusikovs, después de diez días de cárcel es liberado por mediación de su amigo
el agente de la Cheka Yakov Blumkin (1898-1929). En una de las muchas veladas
literarias celebradas en las noches de invierno conoce a Galina Benislavskaya
(1897-1926) amante, amiga íntima y secretaria del poeta. Coincidiendo en el
tiempo (en el llamado ciclo “poesía en los cafés”), también conoce a otra de
sus amantes, la poetisa y traductora Nadezhda Davidovna Volpin (1900-1998), de
esta relación, el 12 de mayo de 1924, nacerá Alexander Sergeyevich
Esenin-Volpin (1924-2016), disidente soviético, poeta y matemático; su último
hijo, al que nunca llegó a conocer. En el mismo año de 1920 la editorial
Goslitizdat rechaza publicar tres libros de Esenin, sin embargo, para compensar,
su poemario Tríptico se publica en
una editorial de Berlín. Al año siguiente 1921 verán la luz la colección Confesiones de un granuja y el drama
poético Pugachov: loa a la figura del
cosaco rebelde Yemelian Pugachov (1742-1775) líder de la sublevación popular
que puso en jaque al gobierno de Catalina II.

De retorno a
Moscú, Esenin enfila su descenso a los infiernos. Esperándole está Galina
Benislavskaya la asistente leal, la acompañante devota, la fan número uno, la
chica para todo menos para el amor, a la que ve como un amigo no como una
mujer; y una vez más así lo demuestra, Serguéi Esenin conoce a la actriz
Augusta Miklashevskaya (1891-1977), juntos pasean por el bulevar Tverskoy, él
visita con frecuencia su piso, le dedica poemas, hasta se rumorea que se han
casado en una ceremonia civil secreta antes de obtener el divorcio de la
Duncan; romance turbulento, pasional y fugaz. Inestabilidad personal. El regreso
a Rusia le descubre un país que ha sufrido grandes cambios al tiempo que él
estaba dando vueltas por el mundo: colectivización forzosa, industrialización
impuesta, expoliación, adoctrinamiento, persecución, arrestos, torturas,
deportaciones, ejecuciones, opresión; la Revolución se va desplazando en sentido
opuesto al que él esperaba, ahora los campesinos citan consignas marxistas,
empieza a acentuarse la desilusión con la realidad. El temperamento terco e
indómito del poeta incrementa la dificultad de adaptarse a las transformaciones
políticas y aceptar las contradicciones internas. Critica abiertamente al
gobierno soviético, por lo cual sufre el hostigamiento de la policía secreta.
El 20 de noviembre de 1923 es detenido, acusado de antisemitismo y el 10 de
diciembre sale absuelto sin cargos. De enero a abril de 1924 se ve envuelto en
cuatro causas penales por vulneración de diferentes artículos del Código Penal:
peleas, embriaguez, escándalo público, incivismo, etc. Su adicción al alcohol
está fuera de control, las borracheras son diarias; el problema se agrava, a
menudo sufre alucinaciones fantasmagóricas, su comportamiento es errático e
impredecible. Necesitado de asistencia médica es internado en hospitales
psiquiátricos. En julio de 1924 publica Tabernas
de Moscú, donde glosa su vida de inadaptado social.

“Adiós, amigo
mío, adiós,
te llevo en el
corazón.
Predestinada la
separación
promete un
futuro encuentro.
Hasta pronto,
amigo mío,
sin gestos ni
palabras,
no te aflijas
ni entristezcas el ceño
En la vida
morir no es nuevo
y, por
supuesto, tampoco es nuevo vivir”.
Sobre las once de
la mañana del 28 de diciembre de 1925, Elizaveta Ustinova esposa de Georges
Ustinov, periodista de Moscú viejo amigo de Esenin (la pareja se aloja en el
mismo hotel), llama a la puerta de la habitación del poeta con quien habían
quedado para desayunar; como no recibe respuesta insiste en golpear cada vez
más fuerte, hasta que llega Wolf Ehrlich, que también lo intenta sin ningún
resultado; deciden llamar a un empleado para que abra la puerta. Entran en la
habitación: la cama está sin deshacer, el sofá vacío, miran hacia una esquina entre
la ventana y la pared, donde hallan a Sergéi Esenin ahorcado con las correas de
la maleta en los tubos de la calefacción. Un extracto del informe policial
dice: «El cuerpo colgaba justo debajo del techo y los pies estaban
aproximadamente a un metro y medio del piso. Cerca del lugar donde colgaba el
hombre había una mesita de noche volcada y caído el candelabro que tenía
encima. Cuando se descolgó el cuerpo, se examinó, se encontró un corte en el
brazo derecho sobre el codo, rasguños en la muñeca izquierda y una contusión
debajo del ojo izquierdo. Estaba vestido con pantalones grises, una camisa
blanca y zapatos negros de charol». Las hipótesis sobre el suicidio simulado
que esconde un asesinato político, comienzan a conjeturarse en una época donde
los personajes incómodos para el sistema sufren persecución.

martes, 30 de abril de 2019
VIGÉSIMA SEXTA NOCHE
22:16
Hay demasiada estupidez
rondando las cosas importantes, demasiado artificio. Sobra una felicidad
efímera y engañosa.
22:19
Se dice que si el amor no
es como nosotros esperábamos, no importa.
¿Qué amor esperábamos?,
¿el que soñamos, el que sentimos, el que pensamos, el que decimos? ¿Cuál?
22:21
Si el amor no es como
esperábamos surge la duda, la ansiedad, la tensión, el desasosiego y el
conformismo; no hay belleza en esa desidia. En la banalidad el amor es un
fracaso.
lunes, 22 de abril de 2019
POEMA: “JUEGO A SER DIFERENTE”.
Juego
a ser diferente
Juego
a estar al margen del mundo
Juego
a dotar de contenido mi vida.
Jugar
a ser yo es rebelarme
contra
el pragmatismo que reprime.
Juego
a interpretar un teatrillo de sombras
que
despierte los sentimientos contenidos
en un abrazo.
Juego
a explorar las zonas
más
inaccesibles y extrañas
de mí mismo,
un
juego audaz
para
el que solo se necesita:
un sillón
una música suave
un pasado de lecturas
reflexión
y no quedarse dormido.
lunes, 15 de abril de 2019
CUENTO ÍNFIMO.42
Pantallas faraónicas exponiendo a sus líderes con lemas como: “Nosotros somos tu salvación”, “La fe en nosotros es la fe en tu prosperidad”, inundan las fachadas de los edificios allá donde vayas. Rotando las imágenes en los momentos oportunos, convierten las calles y plazas de las ciudades en un coordinado ejercicio de propaganda que busca dominar la voluntad de aquellos individuos empeñados aún en la eterna aspiración de querer modificar el destino marcado en las estrellas.
lunes, 8 de abril de 2019
lunes, 1 de abril de 2019
CHOI SEUNG-HO; “YO QUE SOY NADA, LO SOY TODO”.
Por muy hermosa que sea una jaula no deja de ser una prisión; por muy hermosas que sean las cúpulas de los mausoleos de cristal transparente y las urnas cinerarias, no dejan de ser tumbas donde se pudren los huesos y se olvidan las cenizas de los muertos. El arroyo por donde cruzaban los pies descalzos convertidos en apasionados espectadores de los peces que nadaban corriente arriba; el arroyo formado por las gotas de rocío durante más de un millón de años permanece contaminado de basuras y aguas negras, convertido en un vertedero del vivir efímero del bestiario consumista. En las desoladas periferias de las ciudades miserables arrozales, sembrados abandonados, páramos y moteles, mendigos lisiados y gatos callejeros atormentan el corazón. Desaparecido el noble destino, la desvergüenza brilla por todas partes.
El brillo de las luces publicitarias hace perder el sentido de la noche. Llueve a cántaros, una muchacha resuelta y vigorosa escapa del agua como una vagabunda, sus cabellos se vuelven blancos, se transforma en una afable viejecita eterna o en una estatua en forma de abuela. En los muelles de hormigón, entre buques pesqueros, anclas oxidadas y lámparas marineras se producen absurdas visiones, abandonados fantasmas levitantes que pertenecen la categoría más grotesca del destino. Alejados del mensaje de las piedras seres de mentes nerviosas, la ansiedad les impide acercarse a la playa y disfrutar del mar, viven sin sentir las corrientes que fluyen más allá de sus sentidos.
Dentro de cada uno hay un arcoíris de deseos y sentimientos, unas veces del todo radiante, otras afligido por la melancolía. Algún otoño de algún año nuestra sombra se alejará de nosotros, adoptará la forma de la sombra de una nube, se hará hermana de la sombra del agua que sigue corriendo fresca en la naturaleza, y como un anciano monje solitario recorrerá el camino sin retorno que lleva al pequeño templo budista donde oscilan las llamas de las candelas, se recitan mantras y se aniquilan los deseos.
Palabras que brotan como copos de nieve.
El brillo de las luces publicitarias hace perder el sentido de la noche. Llueve a cántaros, una muchacha resuelta y vigorosa escapa del agua como una vagabunda, sus cabellos se vuelven blancos, se transforma en una afable viejecita eterna o en una estatua en forma de abuela. En los muelles de hormigón, entre buques pesqueros, anclas oxidadas y lámparas marineras se producen absurdas visiones, abandonados fantasmas levitantes que pertenecen la categoría más grotesca del destino. Alejados del mensaje de las piedras seres de mentes nerviosas, la ansiedad les impide acercarse a la playa y disfrutar del mar, viven sin sentir las corrientes que fluyen más allá de sus sentidos.
Dentro de cada uno hay un arcoíris de deseos y sentimientos, unas veces del todo radiante, otras afligido por la melancolía. Algún otoño de algún año nuestra sombra se alejará de nosotros, adoptará la forma de la sombra de una nube, se hará hermana de la sombra del agua que sigue corriendo fresca en la naturaleza, y como un anciano monje solitario recorrerá el camino sin retorno que lleva al pequeño templo budista donde oscilan las llamas de las candelas, se recitan mantras y se aniquilan los deseos.
Palabras que brotan como copos de nieve.
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