miércoles, 5 de noviembre de 2014

TRIBULACIONES (XII)

Virus del Odio: 

Tiene como objetivo alterar el funcionamiento del talante inmunológico de la conciencia, colonizándola con la intención de modificarla o dañarla. Son, sencillamente, sentimientos maliciosos compartiendo un mismo propósito. La ruta de entrada del patógeno social fija su origen en factores individuales y colectivos de carácter polimorfo; la soberbia, el resentimiento, la envidia, el egoísmo y el miedo, expresados de palabra, obra u omisión, ritualizados o explícitos e implícitos. Sus síntomas empiezan a manifestarse con intensidad variable; prejuicios, desprecio, arbitrariedad y generalizaciones. A medida que se propaga multiplica la virulencia; rabia salvaje, juicios tóxicos, crueldad, mentiras y calumnias. Capaz de sobrevivir en las condiciones más adversas su potencial de transmisión es muy elevado. Los tratamientos para curar el contagio, aunque son suficientes, pueden resultar ineficaces; la razón, la verdad y el amor. 

Patología del odio; las virtudes de los otros no son nuestra felicidad; las desgracias ajenas son nuestra felicidad, hasta la autodestrucción si fuera necesario. Nunca antes un fin justificó tanto los medios.