domingo, 12 de enero de 2014

NAOKI URASAWA; “MONSTER”.

El destino une a la gente, no la casualidad. En Düsseldorf (Alemania Occidental) la carrera y la vida de un joven neurocirujano japonés descarrilan el día que decide cumplir el juramento hipocrático, desoyendo el mandato de sus jefes superiores en el hospital. Un médico tiene encomendada la misión principal de salvar vidas humanas y no de generar negocio, éxito o dinero; está obligado a cumplir con su deber sin primar intereses políticos, personales o económicos. Puestos en la tesitura de poder socorrer a un herido grave se destierra la duda sobre si todos somos iguales, no se puede discriminar a un paciente en función de las cualidades morales de su personalidad. ¿Y si se tiene a merced del bisturí la vida de un psicópata asesino, frío y calculador como no hay otro? 

Comienza el carrusel diabólico: tres personajes relacionados con la carrera profesional del joven neurocirujano son asesinados al mismo tiempo en lugares distintos sin aparente explicación: el director del hospital (antiguo mentor), el director jefe de cirugía y el jefe de la sección de neurocirugía. ¿A quién beneficia esta concatenación trágica de casualidades? La policía pone bajo la lupa de la sospecha al galeno nipón, en pocas páginas pasa de compungido compañero a principal acusado. A su vez, han desaparecido del hospital dos niños hermanos gemelos, chico y chica, al mozalbete, en concreto, el cabal cirujano le devolvió a la vida; ambos son los únicos supervivientes del homicidio cometido contra su familia, refugiados de Alemania del Este. ¿Cuál es la relación entre unos hechos y otros? y ¿dónde se encuentra el nexo de unión entre esas muertes y esos hechos, con el asesinato de matrimonios de mediana edad sin hijos acaecidos en diferentes ciudades del país? El asunto tiene miga. ¿Puede ser el mismo asesino en serie el responsable único de tanta devastación o son diversos asesinos que enmascaran sus delitos imitándose entre sí? El contraste valora que en unos crímenes hay sentimientos y en otros no, ésa es la única diferencia que aprecia el olfato profesional del detective. 

El asesino juega con la vida de las personas como si fueran marionetas, las usa, las manipula y las tira cuando ya han colmado sus planes. Aterra tan alto grado de maldad, tanto por lo que pueda hacer él como por lo que es capaz de inducir a que hagan los demás por él. Circula de aquí para allá, de una ciudad a otra y no deja huellas, desaparece sin dejar rastro, sólo quedan preguntas a su paso. Ningún ser humano puede dejar sólo preguntas y ninguna respuesta; únicamente los fantasmas no dejan respuestas. Es demasiado perfecto para existir en la realidad, nadie tan perfecto puede existir en un mundo tan imperfecto. ¡Atención! ¡peligro!, cualquiera que busque la verdad puede encontrar un lugar confortable donde descansen su huesos; todos los que se implican en la investigación o son ejecutados o viven bajo amenaza de muerte. Cuando se habla del ejecutor aparece la teoría de la personalidad múltiple, consecuencia de traumas infantiles que condicionan la conducta del adulto. La infancia es la etapa de los misterios, en ella se encuentran las claves para descifrar el comportamiento que impulsa la mente del asesino. Analizar los datos de los casos, enfocar la investigación desde la perspectiva subjetiva del delincuente y seguir la pista de la infancia, estudiarla, comprenderla, entenderla, situarla, investigarla, diagnosticarla puede arrojar luz sobre las tinieblas que envuelven el secreto del origen del monstruo.Todo empezó en la infancia. 

 La desesperación, la frialdad, la maldad y la sagacidad diabólica dibujadas como consecuencia de un juego psicológico terrible, la manipulación de un acto noble para sacar lo peor del alma humana. Fomentar hasta el delirio los sentimientos de culpa con la perversa intención de convertir los recuerdos en un tormento del que se es incapaz de redimirse. Trama compleja, seductora, llena de sorpresas, que se bifurca en diversas subtramas con un objetivo en común. Historias paralelas que se desarrollan en el mismo nivel de suspense, se entrelazan unas con otras. Entradas y salidas de personajes. Tela de araña narrativa llena de sorpresas y confusión de identidades. Acertijo que instiga a descubrir las mentiras porque todo el argumento está plagado de trampas, de personajes que son lo que no son y viceversa. Instala la duda en el lector. Emoción, acción, suspense,dramatismo, terror como corresponde a la lógica de un grandioso thriller. Calificarla de obra maestra del manga seinen, son palabras mayores, pero es posible que se acerque mucho; en cualquier caso, una lectura altamente recomendable.